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jueves, 10 de mayo de 2012

11.- Historias Rojiblancas



¡Qué manera de ganar!

Quizás lo heredé de mi abuelo Ángel, sempiterno jugador de quinielas del que aprendí a decir aquello de ¡Éste Aléti! con el tono justo entre reproche e indulgencia, mientras meneaba la cabeza de un lado a otro, cual elefante por la senda de la Ribera del Manzanares. Tal vez lo heredé de mi madre, que vive cada partido del "Pupas" con una buena dosis de pasión y de resignación cuando no vienen bien dadas, o cuando sufrimos las incontables afrentas de los innumerables "boinillas" de Concha Espina, de los trencillas de mala baba y de la legión de periodistas madridistas, por no hablar de los comités disciplinarios de la UEFA, de los avatares del destino... ¡Yo qué sé! 
El caso es que, sea por la razón que sea, uno tiene el corazón rojiblanco y está muy orgulloso de ello. Cuando mis "papis" me compraron mi primera equipación del Atleti era el niño más feliz del mundo. ¡Qué preciosidad de rayas rojas! ¡Ese conjunto que te viste de bandera yanqui, de tela de colchón antiguo, de Capitán América boca abajo! Los niños madridistas de mi época, mucho antes de las 3 rayitas doradas de Adidas sobre los hombros, iban al colegio con una triste camiseta blanca de "algodonazo", que parecía que se habían acabado de levantar.

                   
El balón de basket de caucho chungo pintado de blanco y con los hexágonos cutres 
es para estudio de sociología.

No es ningún secreto que somos el tercer equipo de España, y a mucha honra; siempre a la sombra de los eternos matones de la Liga: Madrid y Barça. Somos capaces de lo peor, pero también de lo mejor; de las peores pifias a las hazañas más heroicas. Ese carácter imprevisible y batallador, es lo que hace tan carismático a este equipo. Han sido más de 100 años de historia bregando contra la mala suerte, el sufrimiento y los elementos (humanos y meteorológicos) pero también han sido años salpicados de inmensas alegrías, que por infrecuentes, nos han sabido a gloria bendita.
Esta es, a groso modo, gracias de antemano a “colchoneros.com”, la Historia de los triunfos (y algún fracaso) del Atlético de Madrid.

En 1903, un grupo de estudiantes vizcaínos decide fundar un equipo filial del Athletic Club de Bilbao, al que, con gran demostración de originalidad por su parte, decidieron llamar Athletic Club de Madrid. Su primer campo de juego se encontraba detrás de las tapias del Retiro, en la antigua Ronda de Vallecas, hoy Avenida de Menéndez Pelayo.

En 1912, el Atleti alcanza la primera final de su historia, que aunque no fuera de mucho ringorrango, ya que se trataba del “prestigioso” Campeonato Regional Centro, no deja de ser una final, oyes.

 En 1923 se inaugura el Estadio "Metropolitano", en Cuatro Caminos.

Por la falta de efectivos, ya que casi todos los hombres, incluidos los futbolistas, estaban dando tiros en la guerra civil, y también debido a la falta de cuartos, en 1939 se fusionan el Athletic Club de Madrid y el Aviación Nacional, surgiendo de esa unión el Athletic Aviación Club, más conocido por el vulgo como el Atlético de Aviación. Será esta una brillante etapa, ya que se consiguen, de la mano de Ricardo Zamora, los 2 primeros títulos de liga: En 1940 y en 1941. ¡Yupi!

En enero de 1947 el club pasó a llamarse Club Atlético de Madrid, adoptando el escudo que hoy en día todos conocemos. 

En las temporadas 1949/1950, y 1950/1951 el Atleti suma su tercer y cuarto títulos de liga. Fue la época de HH, el mítico entrenador Helenio Herrera.


Carlsson y Ben Barek, dos "crakcs" colchoneros que dieron muchos días de gloria a la afición atlética

1960 significó un hito en la historia de este gran club, ya que nace un servidor, fiel hincha del equipo y además se consigue la primera Copa del “Generalísimo” (actual Copa del Rey), al derrotar a su más feroz enemigo, el Real Madrid. El Atlético humilló a los "merengues" en el decisivo derbi madrileño por 3-1. En la temporada siguiente,1961, el equipo colchonero volvió a conquistar la Copa, derrotando nuevamente a los de Chamartín, esta vez por 3-2.

Esta conquista de la Copa, le permitió al Atleti disputar la Recopa de Europa del año siguiente. El equipo colchonero logró llegar a la primera final internacional de su historia. La final se disputó el 10 de mayo de 1962 en Glasgow, con resultado de 1-1 ante la “Fiore”. El partido de desempate se disputó el 5 de septiembre de 1962, en el Neckarstadion de Stuttgart, donde el Atlético derrotó a la Fiorentina por 3-0, con tantos de Jones, Mendonça y Joaquín Peiró. Primer trofeo europeo “pa” la buchaca.

En la temporada 1964/1965, el Atlético obtuvo su tercera Copa, tras derrotar por 1-0 al Zaragoza en la final, con gol de Cardona

Al año siguiente, en la temporada 1965/1966, el Atlético levanta su quinto trofeo como Campeón de la Liga. Y además inaugura el Estadio "Manzanares", más tarde rebautizado como "Vicente Calderón". Era evidente que ya, conmigo entre las filas de forofos, la cosa iba rodada.

Lo único chungo en el Atleti de los 60 fue el caso, que causó gran impacto, de Martínez, jugador rojiblanco que entró en coma durante una gira sudamericana del conjunto colchonero. Nunca se recuperaría, el pobrecillo, falleciendo en 1972. Aquello, era yo muy púber, recuerdo que me dio muy mal rollito.

La década de los 70, fue la de mayores satisfacciones para la afición del Atlético de Madrid. En la temporada 1969/1970, el conjunto colchonero ganó su sexta Liga, de la mano del entrenador gabacho Marcel Domingo. Recuerdo que tenía yo 9 añitos y que el Atleti visitaba en la última jornada de liga al Sabadell. La Creu Alta estaba abarrotada de banderas rojiblancas y yo miraba fascinado la televisión, pensando “¡Jo, cómo me gustaría estar ahí!”… 0-2 y ¡Campeones! Estuve feliz un mes entero. ¡Ya ves tú qué tontería!



En la temporada 1971/1972, llegó al club el entrenador austriaco Max Merkel, popularmente conocido como “Míster Látigo”, y que impuso una férrea disciplina en el equipo madrileño. Me acuerdo de que en esa época casi todos los jugadores llevaban unas largas melenas macarrónicas. Merkel, más amante del look Gestapo, ordenó a sus pupilos que se cortaran el pelo; no todos le hicieron caso, pero recuerdo a un jugador llamado Becerra que se metió en una peluquería de la Avenida de Oporto, muy cerca de mi casa, y todos los niños alucinábamos en colorines al verle salir del establecimiento con el pelo al cero. Aquello fue muy sonado, en esa época cortarse el pelo al cero era muy bizarro.

Ese mismo año, el club obtuvo una nueva Copa del Generalísimo, al derrotar al Valencia por un merecido 2-1 en la final. De aquellos años recuerdo con cariño un partido de copa de Europa, una auténtica encerrona en Cagliari, Sicilia, que parecía eso un partido entre el Pan Bendito y el Orcasitas.

En la temporada 1972/73 (también con Merkel al mando) el Atlético ganó el título de campeón y así consiguió su séptima Liga. Este título permitió al Atléti disputar la Copa de Europa de la siguiente temporada, 1973/1974, en donde hizo una brillante campaña, eliminando a los feroces otomanos del Galatasaray, al Dínamo de Bucarest, al Estrella Roja de Belgrado... Todas esas eliminatorias las viví muy intensamente. ¡Por Dios, que parezco el abuelo Cebolleta contando las batallitas!
Especialmente violento fue el cruce en semis con el Céltic, con la batalla campal en Glasgow, donde resistimos un 0-0 con 8 efectivos y 16 cojones… Expulsados, agresiones, patadas hasta en el carnet de identidad, un tal Johnstone que era un anguililla regateando… en fin, pura adrenalina y diversión. El partido de vuelta en el Manzanares se saldó con un meritorio 2-0, el pase a la gran final de Bruselas, y con un escocés borracho arrojado al Manzanares. 



El 15 de mayo de 1974, día de San Isidro, patrón de la Villa y Corte, el Atlético de Madrid disputó en Bruselas, en el mítico estadio Heysel, la final de la Copa de Europa contra un Bayern de Munich vestido de blanco (evidente baza psicológica para joder la marrana, ya que siempre iban de rojo)
Fue un partido de infarto que terminó con empate a cero, lo que obligó a disputar una prórroga. En la misma, el gran Luis Aragonés, el “Zapatones” de Hortaleza, adelantó al Atlético de Madrid con un magistral tiro de falta directa. Todos dábamos botes de alegría frente a la tele en blanco y negro, cuando de repente, a 30 cochinos segundos del final del partido, un defensa que no había marcado un gol en su puñetera vida, llamado Schwarzenbeck, empató el partido con un tiro lejano que sorprendió al portero Miguel Reina. La leyenda reza que Reina estaba despistado, jaleando con los seguidores atléticos el inminente triunfo, pero si te fijas bien en las imágenes, el zapatazo del alemán es de aúpa. Jarrazo de agua fría. Con este resultado, ya que en aquellos tiempos aun no se había inventado lo del desempate con lanzamientos de penalti, se jugó un partido de desempate donde el equipo español se presentó destrozado anímica y físicamente, siendo barridos (4-0) por los teutones. ¡Lo que pude llorar! Eso me curtió a mis trece añitos y fue la piedra angular de mi fidelidad eterna por estos colores.

Ese subcampeonato tuvo muchísimo mérito, no crean, ya que ese equipo bávaro del 73/74 era prácticamente la selección alemana que sería campeona del mundo meses después ganando en la final ni más ni menos que a la Naranja Mecánica holandesa de Johann Cruyff, Rep y Neeskens. Da miedo solo escribir la alineación: Seep Maier, Johnny Hansen, Paul Breitner, Georg Schwarzenbeck, Franz Beckenbauer, Franz Roth, Rainer Zobel, Uli Hoeness, Jupp Kapellmann, Conny Torstensson, Gerd “TorpedoMuller y Udo Lattek ¡Casi ná!
Los héroes atléticos, entre los que figuran grandes leyendas rojiblancas, fueron: Miguelito Reina, Paco Melo, José Luis Capón, Adelardo Rodríguez, Ramón Heredia, Luis Aragonés, Eusebio Bejarano, Javi Irureta, Ignacio Salcedo, José Ufarte y José Eulogio Gárate.

El Bayern renunció a jugar la Copa Intercontinental de ese año y fue el Atleti el que se la disputó al campeón de la Copa Libertadores de América, el Independiente de Avellaneda. El primer encuentro -ya con Luis Aragonés como entrenador- jugado en Buenos Aires, tuvo un resultado de 1-0 a favor de los argentinos. Pero en Madrid, en la vuelta, un 2-0 con gol de Rubén “Ratón” Ayala a 4 minutos del final, dio el máximo trofeo mundial de clubes a nuestros chicos.

      
Adelardo Rodríguez con el trofeo de mejor club del Mundo... ¡Casi nada!

En la temporada 1975/76, el conjunto colchonero se adjudicó su quinta Copa de Franco, tras vencer al Real Zaragoza por 1-0 en la final con gol de mi ídolo rojiblanco de siempre: Gárate.

Al año siguiente, en la temporada 1976/77, el club rojiblanco volvió a ganar la liga. ¡La 8ª! Estos eran los tiempos del gran Luiz Pereira, el mejor líbero de la historia y de Leivinha. Curraba yo en la Cava Baja por aquellos días y raro era el día que no veía aparecer por “Casa Lucio” a los dos juerguistas brasileros enganchados a dos pibones de bandera. 


Con Pereira en el Atleti, todo era cachondeo... ¡Qué grande el carioca! y qué buen rollito transmitía siempre. 
Aquí en la instantánea, haciendo unas risas con Zapatones.

Luego hubo una racha de sequía; dimitió el histórico presi Vicente Calderón y le sucedió un extrafalario personaje llamado el doctor Cabezas, cuyo nombre suena a malvado de cómic barato y que lo único bueno que hizo fue fichar a un mejicano con el pelo afro que se llamaba Hugo Sánchez. Gracias a este chamaco chulo como pocos, en 1985 el Atlético de Madrid volvió a la senda del éxito y conquistó su sexta Copa del Rey ante los leones de San Mamés. El encuentro fue disputado en el Estadio Santiago Bernabéu, y finalizó con el resultado de 2-1 a favor de los colchoneros con 2 goles del manito. El entrenador del Atlético de Madrid era Luis.

En 1986 disputó el Atléti en Lyon la final de la Recopa de Europa. ¡Qué desastre, chaval! Un Dínamo de Kiev con un Oleg Blokhin y un Belánov en plena forma nos dieron pal pelo (3-0) El tercer gol ya ni lo vi, no porque no estuviera mirando el televisor, sino porque llevaba una kurda de proporciones cósmicas. Ese día casi si me pego con el vecino, que protestaba del exceso de decibelios que surgía de mi hogar y acabé ahogando la decepción en pinchos de morcilla en un kiosco cutre en  la pradera de San Isidro. ¡Mal ejemplo para la juventud de hoy en día!


Vergonzoso "cebollo" etílico del Pirata y el Largo, antes de saborear las amargas mieles de la derrota.

Los 90 comenzaron a la par que la llamada “Era Gil”. Jesús Gil, en plan mafias que te cagas, se hace con la mayoría de acciones del club mediante la comisión de un delito de apropiación indebida de las acciones.

En 1991, el Atlético de Madrid, dirigido por Iselín Santos Ovejero, se proclamó campeón de la Copa del Rey por séptima vez, tras vencer al Mallorca por 1-0, con un gol de Alfredo en la prórroga.

Otro hito de la historia de este gran club ocurrió el 27 de junio de 1992, de nuevo con Luis Aragonés de “entrenata”. Un Atléti pletórico logró adjudicarse su octava Copa del Rey tras derrotar nuevamente en el derbi madrileño al Real Madrid por 2-0 en su propia casa. Los goles fueron marcados por Paulo Futre y Bernd Schuster, este último de libre directo. De esta final también se recuerda el penalti parado por Abel Resino y el magistral caño que le hizo Futre a Chendo. Era la tercera Copa del Rey que el Atlético obtenía enfrentándose al Real Madrid en la final.


Haz que parezca un accidiente y tal y tal...

Tuvieron que pasar varios años de transición, en los que el deporte preferido de Gil era el “Tiro al Míster” (Se debió de cargar a 200 o por ahí), para que el Atléti volviera a reverdecer laureles. La temporada 1995/96 fue una de las más importantes del club rojiblanco, ya que por primera vez en su historia obtendría el doblete al conquistar la Liga y la Copa en la misma temporada. El 10 de abril de 1996, el equipo venció por 1-0 al Barça en el Estadio de la Romareda, con un gol histórico marcado de cabeza por el serbio Milinko Pantic a pase Geli, proclamándose campeón de la Copa por novena vez en su historia. Y en mayo de ese mismo año, el equipo dirigido por Radomir Antic se adjudicó el título de campeón de la Liga de Primera División de España por novena vez. Estos dos títulos rompieron con la hegemonía del Real Madrid y el FC Barcelona en la Liga. Algunos futbolistas destacados de la temporada fueron Caminero, “CholoSimeone, Pantic y Kiko.

Ole, ole, ole, Cholo Simeone y Kiko, imágen de una gran campaña, un tanto optimista.

Sin embargo, poco después… ¡Éste Atléti!.. se bajó a segunda división. Dos añitos en el infierno. Por aquellos días lo mejor del Atleti eran las campañas publicitarias.

Después de subir de nuevo a la categoría reina, pasamos un montón de años mediocres, sumidos en la mitad de la tabla, mirando junto al resto de equipos “normales” como los dos de siempre se repartían el pastel año tras año.

Pero por fin, tras una larga espera, en mayo del 2010 el conjunto madrileño conquista en Hamburgo la Europa League, ganando en la final al Fulham inglés por 2-1 gracias a los dos goles marcados por “¡U-ru-güa-yo!” Diego Forlán. Esa noche, tras ver la final en un “bareto”, caminaba hacia casa con una sonrisa de oreja a oreja, cuando de repente, me cayó encima una tormenta de proporciones bíblicas. Daba igual, no sentía el agua.
En ese mismo mes el Atlético de Madrid quedó subcampeón de la Copa del Rey, perdiendo ante el Sevilla por 2-0. El hecho más memorable de esta final fue el apoyo incondicional de la afición rojiblanca hacia los jugadores una vez hubo terminado el partido.


Dieguito Forlán, en plan increíble Hulk, celebrando el gol que otorgaba el primer título 
de la UEFA Europa League, que era como ganar la Recopa y la UEFA pero "tó" junto.

¡Y sigue la fiesta! El 27 de agosto de 2010 el Atlético de Madrid gana al Inter de Milán por 2-0, proclamándose en Mónaco campeón de la Supercopa de Europa. Los goles fueron marcados por José Antonio Reyes y por el “KunAgüero. De este partido y como imagen final del mismo, destaca el penalti parado por David De Gea al argentino Diego Milito.

Y ya solo resta decir que con 11 jugadores distintos de los que consiguieron la primera UEFA Europe League hace tan solo 2 años, el pasado miércoles 9 de mayo de 2012 volvimos a hacer historia. Una historia cuyo glorioso palmares es el siguiente:

-          1 Gloriosa Copa Intercontinental
-          Gloriosas UEFA Europe League
-          Gloriosa Recopa de Europa
-          Gloriosa Supercopa de Europa
-          Gloriosa Copa UEFA Intertoto
-          Gloriosas Ligas
-          Gloriosas Copas de España
-          Gloriosa Supercopa de España
-          Gloriosa Copa “Presidente Federación Española de Fútbol” 
-          575 (o más) Gloriosos Trofeos Colombinos, Carranza y Teresas Herreras.

Y lo que más mola:
-          ¡4 Gloriosos Campeonatos Regionales Centro!

Recordaremos con cariño a todos los que vistieron este uniforme, campeones o no, famosos o gregarios. Tantos y tantos grandes jugadores, de los que aquí solo aparecen unos ejemplos:
Henry Carlsson, Babá, Ben Barek, Jones, Mendoça, Joaquín Peiró, Escudero, Aparicio, San Román, Griffa, Glaría, Calleja, Zubiarrain, Collar, Reina, Martínez Jayo, Adelardo, Ufarte, Luis Aragonés, Gárate, Irureta, Rivilla, Capón, Rodri, Melo, RatónAyala, “CachoHeredia, Luiz Pereira, Leivinha, Alemao, Ovejero, PanaderoDíaz, Julio Alberto, Dirceu, Marcos, Marina, Ruiz, Marina, Rubén Cano, Hugo Sánchez, Bernd Shuster, Solozábal, Donato, Vizcaíno, Leal, Juanma Super López, Toni, Aguilera, “AplastaArteche, Paulo Futre, Manolo, BaltazarAbelMolina, "Cholo" Simeone, Kiko Narváez, Milinko Pantic, José Luis Pérez Caminero, Santi Denia, Tomás, Marcelino, Lubo Penev, Christian Vieri, Juninho, Jimmy Floyd Hasselbaink, Germán “El MonoBurgos,El NiñoFernando Torres, Maxi Rodríguez, KumAgüero, Diego Forlan, Courtois, Radamel “El TigreFalcao, Diego Ribas, Antonio López, Gabi, Juanfran, Koke, Miranda, Peréa, Filipe Luis, Assunçao, Godin, Arda Turán



Y esto no acaba aquí: sean quienes sean los jugadores que vistan la elástica rojiblanca madrileña, volverán a levantar copas, y a perder campeonatos, pero que sepan que en todos los momentos, buenos o malos, contarán con la admiración, el ánimo incondicional y el aplauso de la hinchada colchonera…. ¡Forza Atleti, joder!

Rafael Martínez Sainero, Pirata 2012

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