Estados Unidos 107 : (35+24+24+24): Kevin Durant (30), Le Bron James (19), Kobe Bryant (17), Chris Paul (11), Chandler (2) -equipo inicial- Kevin Love (9), Carmelo Anthony (8), Williams (6), Westbrook (3), Harden (2), Iguodala (0), Davis (0).
España 100: (27+31+24+18): Pau Gasol (24), Juan Carlos Navarro (21), Marc Gasol (17), Rudy Fernández (14), José Manuel Calderón (0) -equipo inicial- Serge Ibaka (12), Sergio Rodríguez (7), Sergio Llull (5), Felipe Reyes (0), Fernando San Emeterio (0), Víctor Claver (0), Víctor Sada (0)
Los muchachos de Scariolo recibiendo el premio a la selección más elegante... ¡Pobrecillos!... y es que te ve todo el mundo. ¡Ja, ja, ja, ja! |
Sí, señor… Adoro a estos tipos, Adoro este juego. España de nuevo pone contra las cuerdas y acojona a los All Stars de la NBA, que tuvieron que tirar de un Durant inmenso en los triples (30 puntos) de un gran Kobe Bryant y de un todopoderoso Le Bron James para vencer en la disputadísima final olímpica por 107 a 100, después de un partidazo intenso en el que los nuestros jamás dieron un balón por perdido y donde que tuvieron sus opciones. Inolvidable encuentro de esta generación de oro del baloncesto español, que suma su segunda plata olímpica de la historia. ¡Gracias por estos históricos momentos, chavales!
Ver a estos muchachos desolados porque no han podido con esa panda de “jugones” de otra galaxia es un puntazo. ¡Eso es fe en uno mismo! Habían hecho un torneo para lapidarles, cada partido más horroroso que el anterior, y llega la final, y se marcan el partido de su vida. A estos chicos les va la marcha… ¡Me encantan!
Perfecto tiro en suspensión de "Melo" Anthony, ante la oposición de Rudy. |
Comenzó el partido de la mejor manera posible, con un Navarro que daba mucho miedo (a los yanquis, claro), enchufando cuanto balón caía en sus manos. Con un Pau guerrero como nunca, que parecía saber que estaba ante su última oportunidad de batir a los americanos, con Sergio Rodríguez jugando con un desparpajo que parecía que estaba en un "tres para tres" en cualquier cancha de Brooklin, con Rudy volando en un “Alley oop” para clavar un mate magistral… En fin, todos y cada uno de ellos, como siempre, grandes, muy grandes. Este es un grupo que va dejando atrás magníficos jugadores (yo he echado mucho de menos a Ricky Rubio y al gran Jorge Garbajosa) pero los que los relevan mantienen el mismo espíritu. ¡Gloria eterna a estos gladiadores!
Era yo un niño cuando en el baloncesto español algunos tiros libres se lanzaban todavía “a cuchara”. Eran los tiempos de los ganchos de Clifford Luyk y los tiros a media distancia de Wayne Brabender y los hermanos Sagi-Vela. Un compañero de clase me contó un día que existía un equipo, los Harlem Globetroters, que tenían prohibido jugar competiciones oficiales porque las ganarían todas. Era mentira, claro está, como Papá Noel y los políticos al servicio de pueblo, pero con 9 años uno se lo cree todo, y con mi fe y la de otros millones de niños, ayudamos a acrecentar la leyenda de este gran deporte que es el baloncesto.
Al otro lado del charco, en yankilandia, el resto del mundo no existía si se hablaba de baloncesto. Eran imbatibles, y de hecho, cada vez que se celebraban las olimpiadas, enviaban a un equipo de jovenzuelos universitarios que se bastaba y sobraba para machacar a cuantas selecciones se cruzaban con ellos. Pero llegó la recordada final de Munich en el 72, en la que la URSS de los hermanos Belov ganó en el último segundo a los norteamericanos.
Aquella bofetada en el orgullo patrio hizo que los americanos reaccionaran. Los equipos, aunque todavía universitarios, estaban ya plagados de los mejores del draft; y si no, que se lo digan a la gran selección española de Antonio Díaz Miguel, aquella de Los Ángeles 1984, con los Epi, Corbalán, Andrés Jiménez, Iturriaga, José María Margall, Fernando Martín, Romay, etc… que vió como unos niñatos llamados Michael Jordan, Patrick Ewing, Chris Mullin y Sam Perkins, dirigidos por el mítico Bobby Knight, pasaban por encima de ellos sin ningún tipo de misericordia.
Poco a poco, en el resto del mundo cada vez surgían mejores jugadores e incluso muchos de ellos acababan en la NBA (Fernando Martín, Drazen Petrovic, Arvydas Sabonis, Toni Kukoc, Alexander Volkov, Vlade Divac, etc)
Tras el descalabro en los JJOO de Seul, los estadounidenses decidieron dar un puñetazo encima de la mesa y tirar la casa por la ventana para dejar las cosas en su sitio. Y vaya si lo hicieron. Se dejaron de universitarios y surgió el Dream Team. Solo leer de seguido sus nombres ya impone respeto.
Una de las poderosísimas razones por las que ese señor equipo era invencible las tenéis en este vídeo:
Pasaron los años, y en cierta ocasión, haciendo zapping a finales de los 90, me encontré en la tele con una final europea de basket junior. Aluciné en colores ¡Aquellos niñatos jugaban sensiblemente mejor que la selección absoluta! Fue la primera vez que oía los nombres de Pau Gasol, Berni Rodríguez, Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón, Raúl López... y así, después de un sinfín de triunfos y títulos, llegamos hasta hoy, un día en el que la prensa estadounidense abre con el titular: “EEUU sobrevive a España”. Y los italianos en la Gazzetta dello Sport comentan: “EEUU se lleva el oro y España los aplausos”. ¡Pues aplaudamos a rabiar! ¡Se lo merecen!
Celebrando el campeonato del mundo del 2006. Y arrimando cebolleta, de paso. |
Rafael Martínez Sainero, Pirata 2012
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