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sábado, 13 de octubre de 2012

116.- Diez fábulas y once moralejas


Aquiles y la Tortuga

    El poderoso Aquiles, llamado "el de los pies ligeros", el más hábil guerrero aqueo, quien venció al campeón troyano Héctor, decide salir a competir en una carrera contra una tortuga. Ya que corre mucho más rápido que ella, y seguro de sus posibilidades, le da una gran ventaja inicial. Al darse la salida, Aquiles recorre en poco tiempo la distancia que los separaba inicialmente, pero al llegar allí descubre que la tortuga ya no está, sino que ha avanzado, más lentamente, un pequeño trecho. Sin desanimarse, sigue corriendo, pero al llegar de nuevo donde estaba la tortuga, ésta ha avanzado un poco más. De este modo, Aquiles no ganará la carrera, ya que la tortuga estará siempre por delante de él.

Zenón de Eleas



Esta fabulosa y paradójica gilipollez la escribió, como podéis comprobar en la firma, un tipo llamado Zenon de Eleas, que era un filósofo por horas griego que gustaba de las zampas nocturnas y que marcó un peligroso precedente al aseverar que a las tortugas no las gana ni el campeón del mundo de los 100 metros lisos, Usain Bolt

Esopo tampoco pudo sustraerse a la moda de la tortugas campeonas de media distancia:




La Tortuga y la Liebre

    Cierto día la Liebre se burlaba de las cortas patas y lentitud al caminar de la Tortuga. Pero esta, riéndose, le replicó:
- Puede que seas veloz como el viento, pero yo te ganaría en una carrera.
    La liebre, completamente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron a la Zorra que señalara la salida y la meta.
    Llegado el día de la competición, arrancaron ambas al mismo tiempo. La Tortuga nunca dejó de caminar, y a su paso, lento pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la Liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino dada la gran ventaja que llevaba, se quedó dormida en una de sus pausas. Cuando despertó vio a lo lejos que la Tortuga estaba a punto de llegar a la meta, y aunque corrió lo más rápido que pudo, la Tortuga obtuvo la victoria por una sola cabeza.

Moraleja: Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito. Sobre todo si la competencia se echa una siesta.

EsopoFábulas” 



Esta fábula la han contado desde los sofistas hasta Samaniego, pasando por Lewis Carroll, Kafka y Lord Dunsany, quien lo hizo tan bien o mejor que sus predecesores. En la fábula irlandesa de Dunsany, la tenaz tortuga gana como siempre a la indolente liebre, pero durante la celebración del triunfo se declara un incendio en el bosque y se decide, por unánime consenso animal, enviar a la liebre a avisar a los bomberos.

Moraleja: "No intentes siquiera hacer lo que otros han hecho muy bien antes, a no ser que puedas hacerlo mejor que Lord Dunsany."

Guillermo Cabrera Infante "Exorcismos de Estilo"






La fábula es un tipo de microrrelato muy especial, que ya en el siglo XXI ha abandonado las moralinas y las moralejas y que tiene un nuevo padre: Augusto Monterroso.



La Oveja Negra


    En un lejano país existió hace muchos años una oveja negra. 
    Fue fusilada. 
    Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque. 
    Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.


Augusto Monterroso, "La Oveja Negra y demás fábulas"





La Cucaracha soñadora

    Era una vez una Cucaracha llamada Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha llamada Franz Kafka que soñaba que era un escritor que escribía acerca de un empleado llamado Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha.


Augusto Monterroso, "La Oveja Negra y demás fábulas"

























La Tortuga y Aquiles

    Por fin, según el comunicado, la semana pasada la Tortuga llegó a la meta. En rueda de prensa declaró modestamente que, paradójicamente, siempre temió perder, pues su contrincante le pisó en todo momento los talones. En efecto, una diezmiltrillonésima de segundo después, como una flecha y maldiciendo a Zenón de Eléa, llegó Aquiles.

Augusto MonterrosoLa Oveja Negra y demás Fábulas



A estas alturas de "post" "u" "entrada", nadie duda ya que todo esto tenga algo que ver con el mítico y legendario Curso de Microrrelatos de la "Biblio" de "Guada" de abril/mayo de 2011. Habéis leído la sesión "Personajes. Primera Parte", titulada "Fabulosas Fábulas"... Este es el enunciado del ejercicio práctico que planteaban nuestros queridos (a la par que míticos y legendarios) Pepe Callejas y Josean Pérez:

"Repasemos el libro de Monterroso y destrocemos fábulas clásicas, o juguemos con los personajes que aparecen: la zorra, las uvas, el águila, la tortuga, Sansón, los filisteos, la fe, las montañas, la rana, la oveja negra, la cucaracha, Penélope... y cómo no, otra tortuga y una liebre distinta." ¡Ah! Y poned tres moralejas en lugar de una.



Y, como todos éramos niñas y niños bien mandados, pusímonos a ello, oye... y teniendo en cuenta el escaso lapsus de tiempo que nos habían otorgado para destrozar fábulas clásicas, fue muy meritorio el resultado obtenido. Ved aquí, excelsos "letores", ejemplos de lo dicho y hecho. Y a lo hecho, pecho.




La Zorra y el Burro o La flauta y las uvas

La zorra oyó sonar la flauta y se le antojó. La zorra cambió al burro la flauta por la ubicación de las uvas.


María Luisa Álvarez Palacios



La Cucaracha Soñadora

Soñaba la cucaracha que era... hasta que murió de un pisotón.

Moraleja 1: Haz tus sueños realidad. Pasa a la acción y que no se queden en sueños, porque los sueños, sueños son.

Moraleja 2: Cuando más a gusto está uno, alguien viene y lo jode. Hay que estar atento para que no te pille nada desprevenido.

Moraleja 3: Si eres un bicho horrendo, y no quien crees que eres, acabarás mal.

Susana




La Tortuga-Araña, la Liebre, la Comadreja, las Urracas, 
y los Peces de tres ojos
Fábula Fabulosa con tres moralejas

    La Tortuga pidió ayuda al Malvado doctor Comadreja:
- Esta vez jura y perjura que no se quedará dormida ¿Qué hago, doctor? ¡Haré el ridículo más espantoso! ¡Me humillará!
- ¿Por qué has aceptado la revancha, estúpida tortuga?
- Por orgullo, claro. También para evitar las habladurías. Y por dinero... Las Urracas organizan la carrera. Pagan bien.
- Si quieres que te ayude tendrás que darme ese dinero a mi...
- ¿Cómo? ¿Todo?
- ¡Tú eliges, reptil, el oro o la gloria!
    La tortuga eligió la gloria y el doctor Comadreja le entregó un frasco con un líquido amarillo chillón que brillaba en la oscuridad.
    Y dijo la Comadreja:
- Esta es el agua mágica que brota del castillo de la gran chimenea. Allí los peces tienen tres ojos y todo crece más rápido.
    La Tortuga tomó el brebaje, aumentó cinco veces su tamaño y de los laterales del caparazón le salieron ocho larguísimas patas de araña.
    La carrera no tuvo color, la Tortuaraña mutante ganó con autoridad insultante.
    La Liebre recurrió y la Tortuga fue descalificada por dopaje. 
    Actualmente, la Comadreja disfruta de su residencia de verano en Saint Tropez y sigue envenenado a deportistas ambiciosos. La Liebre pule todos los días la flamante Copa de Campeonas. Y la tortuga tiene cáncer.

Moraleja:
a) Mantén una distancia prudencial con los reactores nucleares y con las comadrejas.
b) Si haces trampas, hazlas bien.
c) Antes de participar en una competición deportiva, pide el asesoramiento profesional de un pulpo profeta.

© Rafael Martínez Sainero,  Pirata
Guadalajara, Castilla, Mayo de 2011






Tiburcio & Merluzo
Una fábula y tres moralejas


    Un merluzo muy gracioso, buscando protegerse de una banda de veinte  tiburones grises, se hizo amigo de un tiburón blanco, el más grande del arrecife. El merluzo le contaba chascarrillos, y el gran blanco, divertido, le invitaba a raciones de anchoas. Un día, cuando el banco de anchoas se hubo agotado, veinte tiburones grises y uno blanco, enorme, miraron con ojos golosos al Merluzo.

Moralejas:
a) A todo Merluzo le llega su San Martín.
b) Los tiburones no tienen amigos, solo hambre.
c) Esconde la mano, que viene la vieja.


© Rafael Martínez Sainero,  Pirata
Guadalajara, Castilla, Mayo de 2011




Y ya que estamos hablando de microrrelatos, aprovecho la coyuntura para decir que el Primer Concurso de ABCgramas del "Pirata, Fanzine Suburbial Alegórico" lo han ganado (ex Aequo): Rossi Martini Rosso, Marisol, Maite y Juan G. Varilla, dado que nadie ha emitido ningún voto. Lo cual no deja de ser una putada, ya que debo cuatro latas de mejillones en lugar de una. 

¡Hasta la próxima fanzineros@s, leed mucho e intentad ser felices!

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