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miércoles, 27 de marzo de 2013

157.- La Noche de los Carroñeros


Que la gente con poder y dinero come mejor que los pobres no es ninguna novedad. Lo de comer más ya es otra cosa. La gente guapa y gourmet come cosas muy pequeñas en platos muuuy grandes, delicatessen caras y exquisitas, para tirarse el folio y de paso, estar delgaditos y guapos... y sin embargo los pobres nos seguimos poniendo gochos de gachas (válganos la redundancia) y nadamos en grasas saturadas, que son más baratas y de momento, quitan el hambre.

¿Pero qué pasaría si dejara de haber gachas, grasas saturadas o cosas exquisitas? ¿Qué comerían los ricos? ¿Ein? La respuesta es evidente: Comerían pobres. 

Esa es, en síntesis, la premisa del cómic de ciencia ficción que dibujé en 1981 titulado: “La noche de los Carroñeros”. Confío en que el amable lector sabrá disculpar los fallos e imperfecciones en lo relativo al guión, dibujo y rotulación... Era muy joven... necesitaba el dinero.






La lucha de clases, el abuso del poder, las jerarquías, las oligarquías… ¡La historia misma de la Humanidad! Terminemos con dos textos escritos desde el mosqueo. Uno mío y el otro de un buen escritor argentino llamado Eduardo Galeano.




Loado sea Dios

Loado sea Dios,
alguien ha creado una enfermedad
que extermina homosexuales,
drogadictos y promiscuos.

La ciencia está de su parte,
Él sabe quiénes son
sus verdaderos hijos.

Los poderosos Hijos del Señor
apartan de su barrio
a los mugrientos
y urbanizan un gueto en el Sur
para los desheredados

Dime por qué, hijo de puta,
dime porqué he de lamerte el culo
para comer, para vivir.

Tu urbanización tiene un césped
de cojones,
pero el cielo se cae sobre nuestras cabezas
gracias a ti.

Seguro que crees que Dios te protege a tí
y a quienes creen en Él

Para los socios de su club
se construirá una cúpula que impida la plaga.

Yo me quedaré en el Sur
Sodoma y Gomorra han sido condenadas
Dios ha dictado su sentencia
y odio a quienes inventan dioses vengadores.

Ellos son los dioses,
los fabricamos nosotros al creerles,
al oírles, al seguirles, al votarles, al obedecerles,
al morir por defender su dinero,
su cruz, su media luna, su estrella…

Pero cuando el cielo
se caiga sobre nuestras cabezas,
cagaré en el agujero de su cúpula
antes de morir.

Pirata Ozonoyozores 1994





Los Nadies 

Sueñan las pulgas con comprarse un perro 
y sueñan los nadies con salir de pobres, 
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, 
que llueva a cántaros la buena suerte; 
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, 
ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, 
por mucho que los nadies la llamen 
y aunque les pique la mano izquierda, 
o se levanten con el pie derecho, 
o empiecen el año cambiando de escoba. 

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. 
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, 
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos. 
Que no son, aunque sean. 
Que no hablan idiomas, sino dialectos. 
Que no profesan religiones, sino supersticiones. 
Que no hacen arte, sino artesanía. 
Que no practican cultura, sino folklore. 
Que no son seres humanos, sino recursos humanos. 
Que no tienen cara, sino brazos. 
Que no tienen nombre, sino número. 
Que no figuran en la historia universal, 
sino en la crónica negra de la prensa local. 

Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano


miércoles, 20 de marzo de 2013

156.- La Interpretación de los Sueños. Freud, ese enfermo.


Rebuscando entre la montonera de "papelajos" que atiborran las estanterías de mi salón, di con una de las magistrales lecciones del legendario a la par que mítico Curso de Micro Relatos de BiblioGuada 2011. ¡Lección inédita e inaudita, oiga! “Me se” había pasado ponerla… Pertenecía a la lección 5 “Temas” en su segunda parte, que el bueno de José Antonio Pérez Rojo, como coordinador de la cosa, intituló: “Los sueños siempre están ahí”. Y rezaba de aquesta guisa:





La inyección de Irma

    Un gran vestíbulo. Muchos invitados, a quien nosotros recibimos; entre ellos, Irma, a quien enseguida llevo aparte como para responder a su carta, y para reprocharle que todavía no acepte la “solución”. Le digo: “Si todavía tienes dolores, es por tu exclusiva culpa”. Ella responde: “¡Si supieses los dolores que tengo ahora en el cuello, el estómago y el vientre... me siento oprimida!”. Yo me aterro y la miro. Se la ve pálida y abotargada; pienso que, después de todo, he descuidado algo orgánico. La llevo hasta la ventana y reviso el interior de su garganta. Se muestra un poco renuente, como las mujeres que llevan dentadura postiza. Pienso entre mí que en modo alguno tiene necesidad de ello. Después la boca se abre bien, y hallo a la derecha una gran mancha blanca, y en otras partes veo extrañas formaciones rugosas, que manifiestamente están moldeadas como los cornetes nasales, extensas escaras blanco-grisáceas. Aprisa llamo al doctor M., quien repite el examen y confirma el diagnóstico. El doctor M. se ve completamente distinto que de ordinario, está muy pálido, cojea, está sin barba en el mentón... Ahora también está junto a ella mi amigo Otto, y mi amigo Leopold la percute a través del corsé y dice: “Tiene una matidez abajo a la izquierda” y también señala una parte de la piel infiltrada en el hombro izquierdo (lo que yo siento como él, a pesar del vestido) M. dice: “No hay duda, es una infección, pero no es nada, sobrevendrá todavía una disentería y se eliminará el veneno”... Inmediatamente nosotros sabemos de dónde viene la infección. No hace mucho, mi amigo Otto, en una ocasión en que ella se sentía mal, le dio una inyección con un preparado de propilo, propiteno, ácido propiónico, trimetilamina (cuya fórmula veo ante mí escrita con caracteres gruesos)... No se dan esas inyecciones tan a la ligera... Es probable también que la jeringa no estuviera limpia.

Sigmud Freud



El escritor es un inventor. Da a las mismas palabras de siempre nuevos caminos, pone pausas donde nadie antes las había puesto, afila un adjetivo, pule un sustantivo, construye un arco que solo puede terminar el lector.
El sueño es un camino extraño. Según Sigmundo Freud es la vía directa que nos conduce directamente al inconsciente (no confundir con subconsciente) ¿Qué se puede interpretar en este sueño de Freud? ¿Sabéis qué interpretación hizo él? De nada sirven aquí interpretaciones tipo diccionario, muy difundidas incluso en la época de Freud.


Cuando despertamos, los sueños siempre están ahí, pero durante muy poco tiempo. Si no los cazamos al vuelo, desaparecen. Ahí sería muy útil un atrapasueños.

Ejercicio:
La idea de este ejercicio es muy ambiciosa. Por un lado se os pide que escribáis un sueño con forma de micro relato, y por otra se os pide que lo interpretéis, como si supierais de esto.


Bueno, hasta aquí el texto de la lección. Pero antes de seguir, quede constancia de que nos quedamos sin saber la interpretación que de su propio sueño hizo Freud, aunque a decir verdad a casi todos nos la pelaba. Decir también que la mayoría no escribió un relato, sino que se limitó a contar un sueño, como si estuvieran en el diván del psicoanalista (¡Curioso!) y para terminar, dejar constancia de que el único que intentó interpretar su propio "Micro Relato - Sueño" fue un servidor.




Un sueño


    Corría veloz. Algo o alguien me perseguía. Entonces, cuando llegué a la altura de un escalón, en vez de subirlo, comencé a volar. Al principio era un vuelo rasante, luego subía, para perder altura posteriormente, sintiendo que me iba a estrellar contra el suelo. Al final dominaba el planeo y volvía a recuperar altura. Disfrutaba de las vistas y era capaz de jugar, unas veces me dejaba caer y otras volaba altísimo.


Esther




Sueño

    Estoy sentado en una fila de pupitres. Hay un hueco que me separa de todos los que me rodean. Nadie puede ver lo que escribo. Estamos en silencio. Hace calor. Huele a tabaco. En un extremo del aula hay varios fumadores. Alguien abre una lata de Coca-Cola. Dejo de mirar alrededor y escribo, escribo a toda velocidad. Es el último examen de la carrera. Otra vez. Despierto angustiado y no estoy en casa de mis padres. ¡Qué alivio!... Hace siglos que aprobé, pero aun estoy pagando por ello.

José Antonio Pérez Rojo




Sueño a la carta

- ¿Qué te apetece soñar hoy? – dijo mi amigo. 
    Me giré sorprendido.
- ¡Hola!... No te había visto.
- Te preguntaba
- Si, si, te he escuchado. No sabía que pudiese elegir.
- ¿Qué tal un sueño de piratas?
- ¡Uf, demasiados sobresaltos!
- ¿Un viaje?
- ¡Si, eso! ¡Un viaje! ¡En globo aerostático! Siempre quise subir en uno… ¡O volando, así sin más, con mi cuerpo, que para eso es un sueño… MI sueño!
    Me desperté al pie de la cama con un fuerte golpe en la frente y el pelo despeinado hacia atrás.
- La próxima vez elegiré el globo – pensé.

Germán Ferrero





La araña tras la puerta

    Se le iba cayendo a jirones la carne de la cara. A veces era él mismo quien se arrancaba un trozo de rostro con sus manos y uñas. No le dolía, tan solo le preocupaba que pudieran verle así.
    Sabía que tras la puerta estaba Trimetilamina acostada con ellos, y la entreabrió para mirar. Las patas de la araña quisieron entonces salir, inmensas, poderosas. Cerró de un portazo y se alejó a siete patas. Se le acababa de caer una cuando alguien cerró la puerta.

Rafael Martínez Sainero, PirataMayo de 2011


La interpretación que le doy a este sueño inventado, pero formado con fragmentos de otros sueños míos reales, y que he convertido en un mini-cuento surrealista, es la siguiente: 

La caída de jirones de piel y carne (en mis pesadillas realmente son dientes los que se caen) denota inseguridad, miedo al fracaso, descomposición, cambio a peor.
La puerta cerrada, tras la que supongo a mi pareja con otros amantes, es también un símbolo de inseguridad, temo perderla, me asusta a la vez que me intriga saber con quiénes está; también creo que indica morbo o curiosidad, ya que intento abrirla, pero lo que hay dentro me asusta, se manifiesta en forma de araña monstruosa gigante. Huyo del problema, cierro la puerta, pero yo soy al final la araña, que ha logrado traspasar el umbral, pero que ha perdido una pata... Deduzco que yo soy realmente el problema y la solución. Todo está en mi mente. Logro escapar, tengo la certeza de que al final todo se solucionará, pero a costa de grandes esfuerzos, sacrificios y pérdidas de algún tipo. Espero que no sea una pierna.


Hablando de sueños: El impresionante cómic "Little Nemo" era un ejercicio de precioso grafismo onírico.
Flipa con la versión de Moebius  "El pequeño Nemo en GigerLand"

¿Qué os parecido? Interesante ¿No? Freud estuvo a punto de dar con un filón más grande casi que el de los libros de autoayuda: "La interpretación de los sueños". A la gente le encanta que les digan cosas sobre ellos mismos: horóscopos, cartas astrales, predicciones quirománticas o cartománticas, etc... El famoso científico también postuló la existencia de una sexualidad infantil perversa polimorfa. Y se quedó tan pancho. Cuando Martin Luther King pronunció su famosa frase: “He tenido un sueño…”, todos los psicoanalistas no quisieron oír más allá: Dieron por hecho que estaba enamorado de su madre y odiaba a su padre. Por si no fuera poco, Freud fue acusado de pansexualista, que no sé lo que significa pero imagino que tendrá que ver con hacer "guarreridas" con luengas barras de "baguette”. Sus teorías, sin embargo, siguen siendo discutidas y criticadas, cuando no simplemente rechazadas. Muchos limitan su aporte al campo de la mera teoría y de la cultura en general, existiendo un amplio debate acerca de si el psicoanálisis pertenece o no al ámbito de la ciencia. Otros, simplemente cuestionan las abusivas tarifas de los psicoanalistas y sus terapias. Nunca nadie cobró más por estar sentado en una poltrona oyendo tonterías. Bueno, si acaso, el presidente del Congreso de los Diputados. Y lo de que te corten a la mitad, diciendo que se te ha acabado la hora, recuerda demasiado a los métodos “cagaprisísticos” de las meretrices de la calle Montera. He dicho.

Rafael Martínez Sainero




martes, 19 de marzo de 2013

155.- ¡Feliz Día del Padre!



"Father & Son" (Tea for The TillermanCat Stevens (Yusuf Islam)

Entre los cristianos se celebra hoy, 19 de marzo, "El día del Padre", jornada sin la cual, la industria de la corbata se vería abocada a una ruina absoluta. Y hablando de cristianos, más bien de católicos, comencemos hoy con un micro-relato que narra la historia que dio origen al dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Mis disculpas anticipadas para todos aquellos que profesen una fe inquebrantable en estas cosas. Mis respetos al máximo en ese sentido. Solo es una inocente chanza sin malicia.




El día del Padre

    Es una historia muy concurrida la de los Dioses que fecundan humanos. Zeus era un experto, bien transformado en cisne blanco que instigaba la zoofilia compulsiva de una tal Leda, o bien en forma de polvos de oro que cubrieron a Dánae.
    Cuando María le contó a José lo del Ángel Anunciador, le mostró una pluma blanca.
- Parece de gallina – dijo José con el ceño fruncido.
- Solo lo parece, José – exclamó María, dulcemente - Tan solo en apariencia.
    Quedó el santo varón más o menos convencido, pero un día, en el mercado, hubiera jurado que María sonreía mientras le guiñaba un ojo al pollero.

    No juzguemos a nadie de antemano, y mucho menos al pollero, pero hay que reconocer que alguien tuvo mucha mala leche al instaurar el día de San José como El día del Padre. ¿O no?

Rafael Martínez SaineroPirata, en Guadalajara, Castilla, 2011



El paradigma de la relación filial en la cultura frikipop de nuestros días es sin duda alguna el momento en el que Darth Vader revela a un Luke Skywalker "to" manco, que es su padre.
 



"Darth Vader and Son" y "Vader´s Little Princess" Son dos joyas de libros dibujados por Jeffrey Brown.

La banda de DC Cómics y el Día del Padre.


Uno de los mejores ilustradores de todos los tiempos, el norteamericano Norman Rockwell, experto en reflejar la vida cotidiana de las gentes de su país, nos mostró en muchas de sus obras la interrelación padre-hijo en diferentes situaciones y estratos sociales. ¡El puto maestro el Rockwell! ¡Qué manera de dibujar, oiga!






Después de esta portentosa demostración de talento, os ofrezco un pequeño relato que escribí hace "ná y menos" en primicia para el blog "Aquí nos vemos" del Centro de Mayores "El Bulevar" de la entrañable barriada del Valle del Kas. Es la prueba evidente de que, en el fondo, soy una persona sensible... a los cambios bruscos de tiempo.







El día del Padre
              
    Se había ido desprendiendo de todas sus pertenencias casi con la misma frecuencia que su cerebro de la memoria. Era algo involuntario, inherente a una cruel enfermedad. Apenas le quedaban ya un par de recuerdos distorsionados y dos objetos que guardaba con veneración en el cajón de la mesilla de su habitación.
    Se aferraba a ellos casi con desesperación. Eran su única ancla a un universo que no entendía, que le asustaba hasta los límites de la locura.
    El primero de los objetos era una graciosa careta de pirata, hecha con cartulinas de colores por un niño pequeño. Tenía unos graciosos pendientes de papel dorado, un sombrero azul con una calavera y sus características tibias cruzadas, un parche y una pipa de lobo de mar. En el reverso de la careta podía leerse: “Querido Papá: Felicidades papa por el día del padre. Te doy este regalo. Feliz día.” El otro objeto era un tosco cenicero de barro, modelado también por alguien de corta edad. En su interior, grabado con un palillo podía leerse: “Te quiero, Papá
    Los chavales que habían creado con sus manos aquellos obsequios, hace ya tanto tiempo, lo habían hecho jugando, guiados por sus maestras en clase de "Manualidades". Seguramente les hubiera divertido mucho más haber escrito “Tonto el que lo lea” que ese “Te quiero” un tanto forzado por la buena voluntad de las profesoras. Aunque solo fuera por la lagrimilla que se le escapó a aquel padre ese diecinueve de marzo mientras abrazaba a sus hijos, el esfuerzo había merecido la pena. 
    Pero él ya no recuerda aquel instante, ni la furtiva lágrima, ni el abrazo, ni a sus hijos. No sabe quiénes son esas personas que entran en la habitación y le hablan como si le conocieran de toda la vida. 
    La bajita del uniforme verde y cara de mono le es un tanto más familiar, es la cuidadora que con fría indiferencia le atiende en el centro donde está ingresado.
    Siempre quiere que se vayan todos, le atemorizan, no sabe qué decir, no sabe decirlo, no entiende nada. Tan solo desea quedarse solo y abrir el cajón.
    Cuando por fin tiene entre sus manos el pequeño cenicero de barro y la careta del pirata, una sonrisa le aflora al rostro. Son mágicos. Ignora quien se los dio. No sabe leer lo que está escrito en ellos. Solo sabe que son suyos.
    Con eso tiene más que suficiente.

Rafael Martínez Sainero, Pirata, en Guadalajara, Castilla, marzo de 2013