Después del magistral relato "La Visita del Diácono", que el Pirata Fanzine tuvo el honor de publicar hace poco, Maite nos obsequia con esta espectacular segunda parte: "El Funeral".
Nunca se sabrá a ciencia cierta si la crónica se pone al servicio de la ficción, o viceversa, el caso es que la ágil y divertida prosa de la autora nos deja una excelente narración para la posteridad. Un magnífico epitafio para la memoria de su progenitora, cuya alma rindió cuentas al Altísimo y cuya Misa de Funeral, a pesar de la opinión de algunos, fue de todo, menos triste y aburrida.
Rafael Martínez Sainero
EL FUNERAL
Después de la muerte de mi madre, a mi hermana se le ocurrió pedir una misa en su recuerdo, porque creía que a ella (mi madre) le habría gustado que se hiciera así. Teniendo en cuenta la edad de nuestros familiares y de los amigos de Fina, la finada, no esperábamos mucha afluencia de parroquianos, así que yo fui, más que nada, por si mi pobre hermana necesitaba ayuda con “el frente de juventudes”. Pero lo que más me sorprendió fue que un viernes laborable por la tarde ¡hubiera cuatro tíos para celebrar la misa!
El cura acababa de llegar de algún país africano y no dominaba el idioma, el diácono le ayudaba diligentemente y además nos ofreció un extraño pero animado sermón; detrás de ellos estaban dos especie-de-monaguillos gigantes, como de treinta y tantos años, enfaldados de cuello a deportivas; uno llevaba una barba espesísima, como de grupo de música alternativa, que por supuesto no gustó nada al sector carca de la familia y el otro parecía un chico formalito y afeitado.
Allí estaba yo, con un tío (mi tío) a la izquierda, católico apostólico y romano y con otro tío (mi tío) a la derecha, pasota de estos temas. Comienza la ceremonia:
- Enelnommmmmbrrre del Pa dre delijo y del SSssspíritusanto La gracia de Nues trrro Se niorr Jesus crisssto lamor delpadrrre y la Comúnnnnion delllssspiritusantosssstén siem prre con vosss trrosss.
Oigo por mi izquierda:
- Uf! Tenemos misa hasta las 10 de la noche.
Y por la derecha:
- Y este? De dónde sale?
Seguimos a ritmo de dos palabras/minuto hasta llegar al responso, sermón o lo que sea... el diácono empieza con la frase:
- Me dijo Mercedes (mi hermana) que ella no solía ir a misa, porque son aburridas...
(Acusica! Cotilla!)
Mi hermana pone cara de sorpresa.
El tío de la izquierda mira acusadoramente a Mercedes.
El tío de la derecha dice:
- ¡Je, je, no me extraña!
El diácono sigue hablando y nos dice que Fina había hablado con él y le había dicho esto y aquello (cosa muy dudosa porque mi madre ya casi no hablaba y menos se le entendía)... que no se expresaba bien pero que ella sabía que no le volvería a ver y que el corazón hablaba alto y claro y bla, bla, todo mentiras, debería confesarse pero ya.
Por mi derecha e izquierda empiezan a revolucionarse:
Por la izquierda:
- Que habló con él????? ¿¿Habló?? (Teniendo en cuenta que este flanco es creyente, pero médico al fin y al cabo, el tono era de incredulidad pero con un toque de “fe en los milagros”)
Y por la derecha:
- Que habló con él dice... (Este tono era de mofa).
Según iba hablando el trolero, mi derecha e izquierda íbanse alterando:
- Pero ¿eso cuándo fué?... ¿Estabas tú?... ¿Eeeh?... Pero ¿quién lo llamó?... Vaya hombre, él la entendía... ¿Tu madre y el cura? ¿En serio? ¿Y por qué fué? Qué raro! ¿Y qué dijo? ¿Pero habló? Pues no lo entiendo... ¿Cómo es posible? Ya, ja,ja ¿Estabas tú? Eso no me lo creo...Pero se le entendía? ¿Y el tío ese habló con tu madre? ¿Pero tu madre sabía...?¿Cuando fué eso? ¿Quién estaba? ¿Qué decía, qué decía? …
…. Yo no sabía a quién atender ni dónde meterme, el barbudo nos miraba con cara de reproche, el formalito estaba rojo, rojo, y cada vez se nos acercaba más y más, el cura dormitaba en un sillón muy grande, del banco de atrás venían ¡chsssss chsssss! recriminatorios y el diácono subía el tono, ya gritaba y nos miraba fijamente...
Alguien dijo:
- ¡Callad co... ejem!
Todo el mundo calló, incluido el diácono. El cura despertó de sopetón y siguió recitando la misa a ritmo cansino...
- ...Y krrremos que nues tra rrrrmana Fina Ssstá con nesstro Se niorr Je su crrrisssto que pusssso el trraje de la muerrrte....
Por la derecha y por la izquierda:
- ¿Quéee?
(Traducción simultánea):
- Que pasó el trance de la muerte.
Por la derecha y por la izquierda:
- Aaah!
- ...Pi da mmmos aDios porrrr los potrrros de l'Iglesia....
Derecha e izquierda:
- Quéh?
- Madre mía!
(Traducción simultánea):
- Los Padres, los Paaadres.
- ...lossss jó venes....
...porrr los go berrrnntes nnnn la sución de los connn fli tos.
...porrrr tonnn tos enferr mos pa rra q'sssper mentennn me jo rria.
Izquierda:
- ¿Será posible?
Derecha:
- Ha dicho tontos, verdad?
- ….disinnnn disinnnsie di! si! en! do! sinn se sarr sann to sann to santo esel Se niorrr....
…. la I glesia que resss padece conn la lussss...
…. grsias Se niorrr porr con vo car los rrrenosss...
Derecha e izquierda:
- Qué?
(traducción simultánea):
- Estooo, no sé...Convocarnos?
- ….Hasé (óle) sssto en con me mo rrraciónn mía (pues pa ti).
...ppddeisss.....
AMÉN POR DIOS AMÉN!!!
Maite, Febrero de 2014
Luego, que si les tiran los picoletos chalecos salvavidas cuando intentan cruzar a nado el estrecho. Genial relato... Por un instante me parecía estar leyendo el magistral juramento de conversión de los moriscos de Francisco de Quevedo. ¡Norawena a la autora!
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