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domingo, 29 de noviembre de 2015

386.- Un mini cuento titulado "EL CORREDOR DE LA MUERTE"... y ¡Mucho más!



EL CORREDOR DE LA MUERTE 
Y LAS "SALCHIPAPAS"

El corredor de la muerte, llamado así porque se dedicó a zancadillear a sus compañeros de maratón hasta que descalabró a un niño, con el resultado de heridas “no compatibles con la vida”, esperaba sentado en su celda del corredor de la muerte. Este segundo corredor era llamado así porque ser un pasillo muy largo que estaba lleno de celdas con presos que esperaban su turno para ser “ajusticiados” por tribunales "populares" (del PP). Estos tribunales populares estaban (a su vez) llenos de personas temerosas de Dios (Creacionistas Adventistas del Decimonono Día del Advenimiento; Testículos de Jericó casi todos, padres fundadores del autoproclamado Estado Evangélico) y comprometidas hasta el tuétano con el modo de vida americano, que consiste en atiborrarse de hamburguesas mientras se aguarda con resignación cristiana el infarto de miocardio.

El corredor de la muerte había pedido su última cena: Dos Hamburguesas del “Pinky Burguer” con guarnición de mantequilla de cacahuete, “salchipapas” como para una boda en Guayaquil, y de postre, una tarta de chocolate fondant rellena de nocilla.

La amante esposa del corredor de la muerte visitó el corredor de la muerte para despedirse. Mientras recorría el largo pasillo, levantó la tapa de la bandeja que transportaba el gordo guardián de prisiones. ¡Estáis locos! ¡Asesinos cabrones! ¿Pretendéis matar a mi marido? Y le arrebató la bandeja, tiró su contenido a una papelera y lo sustituyó por unas viandas que llevaba en un “taper” al fondo de su bolso. 

El corredor de la muerte miró de hito en hito el contenido del plato. Un bol de puré de verduras y una cola de fletán de panga rebozada en harina. El pobre balbuceaba y de vez en cuando emitía un levísimo; “¡Pero… pero…!"

La parienta sonreía satisfecha de su benévolo acto con respecto a la inminente "postumez" de la inyección letal… y le pasó a través de los barrotes varias pastillas de Repaglinida, Metformina y Eucreas, unos medicamentos griegos muy eficaces contra la sacarosa caramelizada. 
¡A ver!... ¿Cuántas veces te he dicho que tú no puedes comer estas cosas? ¡¡A ver si te entra en la cabeza que eres diabético tipo 2!! ¡¡So pasmao!!

Rafael Martínez Sainero, Pirata 2015 
De su última "rekopilata" de mini cuentos “Desde el corredor de la Muerte




2 comentarios:

  1. Es desternillante de la muerte. ¡Genial, maestro!

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  2. Muchas Gracias, maestro... La muerte es lo que tiene, que te puede venir desde un donuts, desde un error de táctica, desde un jurado popular o desde el exceso de celo... Un saludo.

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