Pura cultura "underground" Pulps, cómics, fanzines... ¡Qué monos éramos de jovenes! Yoli más que yo, evidentemente. |
"The Rise and fall of Ziggy Stardust and the spiders from Mars"
Era un año cualquiera de mediados de los ochenta. El Charly, Llanitos Bermúdez, Yoli y un servidor estábamos tomándonos unas divertidas birras nocturnas en el “El Sportivo”, un bonito disco-bar en el madrileño barrio de Malasaña que solía poner la mejor música disponible. Hablábamos de los discos más completos que conocíamos. Salieron a la palestra el viejo “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band” de los famosos Cucarachos de Liverpool, el reciente “Thriller” del genio Michael Jackson, el no tan reciente “London Calling” de Los Clash, incluso del “Wish You Where Here” de Pink Floyd.
Charly era un declarado admirador del “Songs in the Key of Life”, de Stevie Wonder, Yo le secundaba, propuse también el Led Zeppelin IV y, para hacer la gracia cité alguno de Emilio el Moro o del grande entre los grandes Pirat Dylan… Todos jugamos duro y de golpe y porrazo salta la guapa la Yoli y nos llama la atención sobre un súper clásico genial.
- ¿Y qué me decís del “Ziggy Stardust” de David Bowie?
Todos caímos entonces en que era nuestro gran olvidado de la noche, “El Ziggy”, un discazo que cuenta todas sus canciones como absolutas obras maestras, con una coherencia en los temas poco veces vistas, original, rompedor, sonido único, producción exquisita, estética y diseño perfectos. Es un LP que rezuma la fantástica cultura existente entre los 70 y los 80. Todo irreverencia, todo cómic, todo ciencia ficción, todo talento, todo arte... Todo único y endiabladamente genial.
- ¿Y qué me decís del “Ziggy Stardust” de David Bowie?
Todos caímos entonces en que era nuestro gran olvidado de la noche, “El Ziggy”, un discazo que cuenta todas sus canciones como absolutas obras maestras, con una coherencia en los temas poco veces vistas, original, rompedor, sonido único, producción exquisita, estética y diseño perfectos. Es un LP que rezuma la fantástica cultura existente entre los 70 y los 80. Todo irreverencia, todo cómic, todo ciencia ficción, todo talento, todo arte... Todo único y endiabladamente genial.
¡Es cierto, podría ser el disco más completo de la historia del pop-Rock! - Concluimos.
- ¿Y te puedes creer – dije yo en plan falsa modestia – que entre los más de 500 vinilos que tengo, resulta que éste no?
- ¡No jodas! - Comentó Yoli - Pues yo te regalo uno, que lo tengo “repe”. Lo compré, y al poco tiempo me lo regalaron en un cumple. ¡No dije nada, claro! ¡¡Si quieres yo te lo regalo!!
- ¡Hostia, tía, sería un puntazo que alucinas! – dije yo, entusiasmado y en un lenguaje poco “fisno”… ¡¡Muchísimas gracias de antemano!!
La cosa quedó así. Ya estaba olvidado el tema tras otras varias tomas de divertidas birras nocturnas, cuando de repente, en el mismo sitio y sentados todos en la misma posición que la anteriormente citada, la guapísima Yoli va y me saca una bolsa de plástico de debajo de la mesa… ¡cuadrada! (la bolsa) Solo puede ser una cosa: Un vinilo. Y voy entonces y saco del envoltorio un ejemplar del “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” en bastante buenas condiciones a pesar de ser de segunda mano.
Te juro que me emocione. Pocas veces me han sorprendido tan gratamente en un regalo. ¡Era perfecto! Me deshice en loas y gratitudes hacia Yoli, que desde entonces gozó de mi más alta estima además de la admiración previa que ya le profesaba merced a su estupendo aspecto físico.
Este vinilo pasó a ser uno de mis discos más escuchados. Nunca me cansaba de él, cada audición era un nuevo descubrimiento. Era como si jamás pasara de moda… Música celestial, inmortal…
Este vinilo pasó a ser uno de mis discos más escuchados. Nunca me cansaba de él, cada audición era un nuevo descubrimiento. Era como si jamás pasara de moda… Música celestial, inmortal…
Lamentablemente, el gran David Bowie no era tan inmortal como su música y un puto cáncer de hígado se lo ha llevado. Solo puedo decir que estoy muy agradecido. A mi vieja amiga por lo evidente de lo ya relatado… Y a David por haber creado esa joyita, así como muchísimas otras más que quedarán por siempre en el recuerdo… ¡Ah y agradecer el azar de haber podido compartir en este maravilloso planeta, tiempo espacio y arte con ese genio que es y será ya para siempre, el duque blanco, Ziggy Stardust, David Jones, alias el inimitable y (tengo que decirlo) camaleónico David Bowie.
¡Gracias por todo, machote, hasta siempre!
¡Gracias por todo, machote, hasta siempre!
Rafael Martínez Sainero, Pirata 2016
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCoincido contigo Pirata, una joya que no tiene caducidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ángel Serrano
¡Ese Ángel! Y fíjate que hizo mogollón de discos, la mayoría de ellos buenísimos... Pero este le quedó redondo. Bueno, pensándolo bien, todos son redondos jajajajaj digamos que le quedó ¡Esférico! Un saludo, campeón...
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