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lunes, 16 de julio de 2012

55.- Dí "Jamón" muchas veces...

"La Tabla de las Monjas", óleo sobre tabla (26 x 74,5 cm.) de Juan M. G. Varilla.

Regresé de una agradable jornada en el Valle del Tiétar con un óleo dedicado bajo el brazo. Un espléndido “Varilla” sobre tabla titulado:  La Tabla de las Monjas”. Título evidente e insustituible a todas luces, hermanado con el de otra de las obras del autor, el inefable “Cuadro de los Ciervos”. Encantado y por supuesto agradecido, paseé la tabla por un tramo de la línea 6 del metro de Madrid, camino de mi casa, entre miradas de curiosidad (todas), de admiración (la mayoría), y algunas escandalizadas (las menos) por los desnudos que muestra la pintura.

Dicen los académicos que el arte figurativo no tiene porqué ser realista, pero que todo realismo es de por sí figurativo. Las etiquetas están bien a veces, pero yo no entiendo de arte, solo entiendo de sensaciones instintivas, de lo que me gusta o no, de lo que inspira la contemplación de una obra. Y esta, sin duda alguna, es muy sugerente.

La tabla de las monjas” es una magnífica composición llena de movimiento y colorido que rememora la geometría de las vidrieras de los templos de la Cristiandad, los largos corredores abovedados de los conventos, el aura hormonada de los deseos reprimidos o la adrenalina segregada cuando se camina por el alambre que separa el cielo de la supuesta “virtud” del abismo del presunto “pecado”. 




 “Monjas”, dícese de las religiosas de alguna de las órdenes aprobadas por la Iglesia, que se liga por votos solemnes, y que generalmente está sujeta a clausura. Término que describe a las siervas de Dios, hermanas en la Fe de Cristo que han renunciado al Mundo, sin rango de sacerdotisas, que ese es cargo de los hombres que se creen por encima de ellas. Una Iglesia machista y jerárquica, como todas las religiones, como casi todas las sociedades humanas.

Las monjas siempre han despertado morbo durante toda la historia y han exacerbado el imaginario popular. En mí siempre ejercieron una extraña fascinación, y he de decir (y eso que estudié párvulos en un colegio regentado por ellas) que me caen bien, al menos bastante mejor que los “Latin Kings”, los “Boixos Nois” o los “Técnicos de la Subdirección General de Impuestos sobre la Renta de las Personas Físicas, Químicas o de cualquier cosa que tenga un euro, del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas”.

Al margen de “Sor Marías”, tráficos de bebés, y las lógicas excepciones que confirman la Regla (de San Benito, je, je), por lo general son gente de bien. Muchas de ellas ejercen de enfermeras o maestras en sitios donde solo pueden vivir los mosquitos, otras plantan cebollas, o hacen ricos bollos (en el sentido más literal y repostero del término, no me sean “guarrindongos”) o simplemente se despiertan a horas intempestivas para salmodiar mantras y “Te Deums” para mayor Gloria de su Señor. Bastante pacífico todo.

Es un hecho notorio que el poder y la influencia que ejerce la Iglesia católica sobre los estados y las sociedades ha disminuido de un tiempo a esta parte; todo lo contrario de lo que ocurre actualmente con el Islam, que se radicaliza y se hace más intolerante día a día. Reírse de ciertas cosas en la época de la Inquisición acarreaba serios problemas. Exactamente igual que pasa ahora con la religión musulmana, cuyos miembros más extremistas amenazan con la muerte a cualquiera que ose burlarse de sus creencias. Por eso en Occidente nadie dibuja un solo chiste metiéndose con El Corán o con los imanes muslimes… pero como ya he dicho antes, las monjas cristianas son bastante pacíficas y no dirigen aviones hacia rascacielos ni ponen bombas en los trenes…  Así pues, hagamos unas risas, ahora que todavía podemos: 


A la izquierda: Pelea de Monjas 2007 . Por el título de toda la cristiandad: La Hermana María Catalina “INVIOLATA”, la rompe hábitos, contra la hermana María Teresa García Graciela Aguilera Delgado Francisco Diego Arroyo Íñigo Montoya Zapata Paquito el guapo abuelito de la MENDOZA, alias “Nundertaker”. Gracioso cartel cortesía de paulastorm.com  A la derecha, chiste guay de tuittoons.com

Famosas instantáneas con monjas: “Resaca antes de Maitines” “De cañas” (flipa con la mirada del maromo a las hermanitas) y “En defensa de la reserva espiritual de Occidente y de la Asociación Nacional del Rifle”

La sexualidad y las monjas: legado impagable del idiota al que se le ocurriera en su día instaurar lo del voto de castidad. A la derecha, precioso graffiti lésbico, y a la izquierda, cartel promocional de la peli “Machete” de Robert Rodríguez, con una “Hermana” Lindsay Lohan realmente perturbadora.

Más imágenes curiosas: Muchas monjas también son famosas por su mala leche a la hora de dirigir centros docentes de señoritas. Aquí abajo vemos una simpática alumna con cara de malota coronando en loor de santidad a Sor Iasis de la Santa Compaña. Seguimos con un grupo de hermanas con tabaquismo; y para rematar, alucina en colorines, dos carmelitas descalzas besando lo que todos suponíamos el contenedor del brazo incorrupto de Santa Teresa de Ávila, pero que en realidad es… (¡Atención spoiler de”Marvel The Avengers 2”!) ¡El guantelete del Infinito del mismísimo Thanos de Titán!




Aprovechando el tema, no puedo dejar de recomendar una novela maravillosa de Jesús Fernández Santos titulada “Extramuros”. Es una preciosa historia de amor entre dos mujeres que se desarrolla en el claustrofóbico ambiente de un convento en el siglo XVI. Miseria, Misticismo, Superstición… Una asombrosa confrontación de caracteres servida por una prosa de sostenida y admirable tensión expresiva. Una obra admirable, en palabras de Raúl del Pozo, construida con una estructura casi catedralicia, con un lenguaje asombroso, escrita con la precisión y la paciencia del cantero. Y para que Vuesas Mercedes atestigüen que no miento, vean si no como empieza. La prosa hecha poesía en una simple descripción:


“Extramuros la luna se detuvo. Más allá del camino real quedó inmóvil sobre la ciudad, encima de sus torres y murallas, dominando los prados empinados donde cada semana se alzaban las fugaces tiendas del mercado. Los recios muros revelaban ahora la trama de sus flancos, sus cuadrados remates, sus puertas blasonadas, con sus luces de pez y estopa, movidas por el aliento solemne de las ráfagas. De lejos llegaba intermitente el rumor del río, dando vida a la noche, la voz de la llanura estremecida, el opaco silencio de la tierra, de las lomas peladas y de los surcos yermos”

¡Qué bien escribía este hombre, por Dios! ¡Qué sana envidia!



Y siguiendo con nuestras queridas hermanas de la Caridad como telón de fondo, otra recomendación, esta vez un videojuego: “HITMAN Absolution”, próximo lanzamiento para PC y plataformas “X-Box” y “Play” a estrenar a finales de este año (2012) y que tiene como novedad un modo de juego denominado “instinto”, que funciona sin mapa, y que es similar al modo “detective” utilizado en el fastuoso videojuego de Batman “Arkham Asylum”.
Pues eso, queso… que el Agente 47 tendrá esta vez que vérselas con unas monjas muuuy peligrosas, vestidas para matar (literalmente)… La gráfica de los creadores utiliza arquetipos eróticos tomados de otros referentes sexys, cercanos a las enfermeras de “Silent Hill” o a  las “pilinguis putiplistis” guerreras del “Sin City” de Frank Miller. 






El increíble dibujante argelino Maëster, del que ofrecemos aquí un pequeño aperitivo de su arte, es el creador de uno de mis personajes de cómics preferidos: Sor María Teresa. Una monja con un cuajo y unos cojones que ya quisiera para sí Harry “El Susio”. Sus aventuras fueron publicadas aquí en España en la revista "HDiosO" y en Gabachilandia en “Le fluide Glacial” o algo así… En cierta ocasión hice un “Acrílico Titanlux y Rotu Edding sobre tabla" copiando una de sus magistrales viñetas, la que muestra a Sor Mari Tere haciendo un “siete” al tapete de una mesa de billar… Estuvo durante varios años decorando una pared del mítico Disco Pub “El Punto” de Valdemorillo. ¡Qué tiempos! 


En fin, no voy a seguir dando la brasa, he empezado este "post" con un gran artista del óleo y os dejo ahora con uno de la tinta china y la acuarela… Es un cómic pelín irreverente, pero merece la pena.

¡Ave María, Purísima, Fanzinerosos!

© Pirata, 2012






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