¡Tanta poesía y tanta mandanga! ¡Tanto fúbol y politiqueo maniqueo! Desde El Pirata Fanzine queremos renovar contenidos y comenzamos por poner más cómics, que es lo que mola. De momento y en exclusiva, la primera página de un personaje que dará que hablar: N´KONUBE N´KONVÉ, el subsajariano keniano. ¡La polémica está servida!
Bienvenido a “El Pirata, Fanzine Suburbial Alegórico”, donde casi todo tiene cabida: Cuentos cortos, Cómics, Ciencia Ficción, Cine, Ilustración, "Recopilatas" graciosas, Tute arrastrao, Fúrbol, Humor chispeante y chistes de vascos, Memes de Arbeloa, Demagogia barata, Sexo, Drogas, Rock & Roll… De tó. Únete a la fiesta. ¡Visite nuestro Blog! ¡A Todo Color!
Páginas
▼
miércoles, 30 de marzo de 2016
jueves, 24 de marzo de 2016
417.- JOHAN CRUYFF: El genio genial de fútbol total
Se nos ha ido uno de los grandes, un genio del fútbol que nos hizo disfrutar como enanos a todos los amantes de este deporte /espectáculo. Un tío que prefería ganar por 5-4 que por 1-0, que decía las cosas claritas y a la cara, y que, aunque un poquito tarde, prefería un buen chupa-chups a un Marlboro.
A Hendrik Johannes Cruijff, conocido internacionalmente como Johan Cruyff, se le recordará como uno de los mejores futbolistas de la historia (de hecho está considerado el tercer mejor jugador del siglo XX, solo por detrás de Edson Arantes do Nascimento “Pelé” y Diego Armando “El Pelusa” Maradona. Recibió el Balón de Oro en tres ocasiones (1971, 1973 y 1974), marca que comparte con Michel Platiní y Marco Van Basten.
Cruyff era un jugón de libro: técnico, elegante e inteligente hasta el desquicie del contrario. Lideró aquellos míticos equipos de los 70, el inconmensurable Ajax de Ámsterdam y la selección holandesa, aquella mítica “Naranja Mecánica” de juego preciosista y de precisión, y que compartió con otros jugones como Johnny Rep o Neeskens.
Ganó todo lo ganable menos la copa del mundo de selecciones, que también se hubiera llevado de calle si no hubiera sido por que se cruzó con una generación de “boches” llamados Beckenbauer, Torpedo Müller, Maier y compañía.
Cruyff ha sido el más famoso exponente de la filosofía de fútbol conocida como “Fútbol total”, que no es otra cosa que aquí to "kiske" ataca y to "kiske" defiende. También se le recordará como uno de los mejores entrenadores de la historia. Cambió la forma de jugar, inventó el fútbol moderno y creó un equipo de ensueño, el “Dream Team”, y un estilo que juego que continuaría posteriormente Pep Guardiola y que ha perdurado hasta nuestros días, conformando el que posiblemente sea el mejor equipo del mundo: el actual F.C. Barcelona de Leo Messi, Iniesta, Luis Suárez, Neymar, etc.
Pues eso, que una lástima que ya no estés, querido Johan. Que muchísimas gracias por todo lo bueno que dejaste y que se te recordará con cariño y mucha, mucha admiración.
Rafa Martínez, Pirata 2016
martes, 22 de marzo de 2016
416.- POEMERO
Me despierto con la noticia de un nuevo atentado morabito en el corazón de Europa, reniego de los imanes musulmanes radicales que crean a estos monstruos, de las autoridades europeas, de los traficantes de armas y almas, de la inútil policía belga… Lo de todos los días. A ver si PODEMOS rebelarnos todos contra esta puñetera lacra. Y contra la de los conductores de autobús que se quedan sopas…
También me entero de que ayer se celebró el Día Internacional de la Poesía… ¿Ves? Esto me mola más.
Ahora está muy de moda la poesía. Escribe poesía hasta el Tato, mala, buena, regular… Hay millones de webs, blogs, libros, bares de poesía en directo. Todo quisque se suelta a soltar sus intimidades más íntimas. Y todo tiene una pátina de seriedad y solemnidad que no tiene la prosa, mucho más mundana y denostada. ¡Oh, se supone que esas cuatro líneas de prosa poética cursi y deplorable son lo más! No se debe uno reír de lo más íntimo de los exhibicionistas, aunque suene algo contradictorio.
Hace muchos años, entre 1975 y 1977 (O sea que tenía yo por aquellos entonces 15 añitos) utilicé la poesía como medio para hacerme unas risas. Igual que hacía con el cine, con el cómic, etc. A lo mejor aquel ejercicio solo me hizo gracia a mí y a dos o tres personas más. Con lo cual el objetivo estaba conseguido de pleno. Yo en aquella época era muy feliz y me reía de todo, ejercicio que recomiendo encarecidamente a cualquiera que me quiera escuchar. “¡Hijo mío, en esta vida haz solo tonterías que te hagan feliz!” decía, creo, Victor Tarhugo.
A lo que vamos, que quitando los famosos versos de Espronceda sobre los cañones por banda, el de la princesa triste de Rubén Darío y el de las golondrinas de Bécquer, yo no había leído apenas poesía, así que habría que improvisar y rimar a base de brocha gorda. No “problemo”.
En 1977 salió a luz, impreso en una libreta cutre de papelería, la primera edición de “POEMERO”, que constaba de 6 capítulos y 36 poemas, a cual peor. Y ahí radicaba la gracia, en el absurdo, en la rima moñas, en el dadaísmo que supuraban si saber siquiera quién coños era Dadá, el Gagá.
En un ataque de nostalgia y de mala leche saco ahora a la luz la segunda edición, la de 1994 (porque a saber dónde coño está la original libreta de papelería)… Esta edición, manuscrita, más cuidada (e incluso ilustrada) cuenta con 2 o 3 colaboraciones del gran Guelox, con aquellas míticas líneas de:
Buenas noches, mi rey,
Buenas noches, mi Reína.
Que ayer dije “¡Hey!”
Y yo grito en la mina.
Y qué decir del insuperable:
Cabalga el rey de Pipanta
Con su espada torcía,
Y grita: ¡¡Juan Carlos, Sofía,
Contigo Andalucía!!
Este verso pasó por las manos de eminentes traductores, ya que el original parecía poner:
Cabalgal rey de Pipanta
con suespada torcía,
y grita: “¡¡Juan Carlos Lucio,
con tibo, tigo, ah, da, Sofía!!”
La infumable obrilla está dividida en 6 partes, a cual más penosa y desternillante:
POEMERO (1977)
Primera Parte: TEOREMA
Teorema (Anexo: “No lo comprendo, menda”)
Mis Animales (Anexo: “¡Oh, no, ya solté la plasta!”)
El Caminante (Anexo: “Mis poemas son, mis poemas vienen”)
La envidia y el loco (Anexo: “Buenos días ,mi rey”)
El Ye-Ye
Segunda Parte: ANA LBORSZ
Ella (Anexo: "Corre por el “orrio” que circunda el río”)
Horrible (Anexo: “Visite nuestro bar”)
Zumo de Fruta (Anexo: “El gobierno al infierno”)
El Cura (Anexos: “Cabalga el rey de Pipanta” “¿Qué pasa contigo, tío?” “Vuela rosa, huele pajáro”)
Tercera Parte: OJOS DE VER Y MIRAR
Oda al Morci
Amor odioso
Venganza gitana
A la carga
Varietés (Anexo: “Hoy he visto una flor”)
Cuarta parte: BIS BIS HU
Por una pela
Oficina
Exifilín
De Sastre
Hospital
Quinta parte: VISCA LA VAQUEIRIÑA
Cojones (Anexo: “Paseando”)
Oda a Colón
Jitano
Sexta y última parte: OPORTO – CIUDAD LINEAL
Macizámen Celtorril (Anexo: “Cinco lobitos tiene”)
martes, 15 de marzo de 2016
415.- EN ARAS DE LA HUMANIDAD
En aras de la Humanidad
Si pudieras viajar al pasado y te encontraras a Hitler cuando tenía 2 años ¿Serías capaz de pegarle un tiro y con ello salvar a millones de seres humanos? Seguramente no. La naturaleza diseña a los niños de dos años con un aspecto adorable, precisamente para proteger.
He de contaros que yo viajé al pasado exactamente con esa misión. No pude hacerlo. Me volvieron a enviar con el mismo objetivo en 1918. Volví a fracasar... Pero, paradójicamente, llevaba en mi sangre una mutación del virus de la gripe que era inocua en el futuro pero que mató a muchos más millones de personas de los que se cepilló el Führer. Yo soy el mayor asesino en masa de la Tierra. Ahora espero en una celda a que me ajusticien. Por inútil.
Ralph Martin, Pirata, Guadalajara 2016
lunes, 14 de marzo de 2016
414.- Otro día más de la mujer trabajadora
Lo peor en una relación es sentirse presionado. A menos que sea contra una pared. |
Si alguien se pensaba que el Día Internacional de la Mujer Trabajadora se había pasado, está muy equivocado. Ahí va otro micro relato, otro ejemplo más:
Contra la pared
Mientras convalecía en la cama del hospital, escuché a dos celadoras que hablaban entre ellas sobre sus asuntos domésticos.
- Le digo a mi marido “Recoge la ropa del tendedero mientras voy planchando” y va y me dice: “Estoy muy cansado” ¡Hay que joderse! Antes de casarnos no era así… Y se me ocurrió pedirle entonces que me hiciera el amor contra la pared levantando mis nalgas y a pulso, como los auténticos machotes que alardean de cipotes.
- ¿Y qué ocurrió?
- Que se le iluminó la cara y dijo haber sufrido un repentino restablecimiento del vigor, sin duda por efecto del revitalizante aire primaveral.
- ¿Y lo hicisteis contra la pared?
- ¡¡Noooooo!! Le dije que recogiera la ropa primero mientras yo me iba poniendo un corpiño erótico… y luego seguí planchando.
Rafael Martínez Sainero. Pirata 2015
miércoles, 9 de marzo de 2016
413.- El día de la mujer trabajadora
Anécdota jocosa en homenaje a la mujer trabajadora (o sea,
casi todas) y lo que tienen que aguantar.
Dijo la profesora universitaria:
- Recuerden que mañana tenemos el examen final. No habrá
excusas para quien no se presente, a menos que se trate de un accidente grave,
enfermedad o fallecimiento de un pariente próximo.
El típico alumno graciosillo exclama desde el fondo de la
clase:
- Entre esos motivos justificantes ¿podemos incluir el de
extremo cansancio por actividad sexual?
Tras las risas de la concurrencia, la “profe” responde:
- Eso no sería excusa. Como la prueba es tipo “test”, puede
usted marcar las equis con la otra mano, o puede cumplimentar el examen de pie,
si es que no puede sentarse.
Risas y FIN.
Toma mujer trabajadora: Actriz, madre, espía rusa y vengadora. |
viernes, 4 de marzo de 2016
412.- EL LECTOR IDEAL
Estatua dedicada al lector ideal, en la playita. / Biblioteca de Alberto Manguel... ¡Una cucada! |
¿Existe el lector ideal? ¿Lo fue Alonso Quijano, el bueno, que pasaba entre libros las noches de claro en claro y dos días de turbio en turbio?
¿Lo fue Pinochet, el dictador, que prohibió “El Quijote” por miedo a que pudiera leerse como una defensa de la desobediencia civil?
¿Y Robinson Crusoe, el naufrago, que leía La Biblia para encontrar respuestas en lugar de para encontrar preguntas?
¿Qué diferencia hay entre en lector ideal y un buen lector?
Propuestas para definir al lector ideal
El lector ideal es el escritor en el instante anterior a la escritura.
El lector ideal existe en el momento que precede a la creación.
El lector ideal no reconstruye un texto: lo recrea.
El lector ideal no sigue el hilo de la narración: avanza con él.
Un célebre programa para niños en la BBC siempre comenzaba con la pregunta: “¿Estáis sentados cómodamente? Entonces podemos empezar”… El lector ideal sabe sentarse cómodamente.
Imágenes de San Jerónimo lo muestran detenido en su traducción de La Biblia, escuchando la palabra de Dios. El lector ideal debe aprender a escuchar.
El lector ideal es un traductor. Es capaz de desmenuzar un texto, retirarle la piel, cortarlo hasta la médula, seguir cada arteria y cada vena, y luego poner en pie a un nuevo ser viviente. El lector ideal no es un taxidermista.
Para el lector ideal todos los recursos literarios son familiares.
Para el lector ideal toda anécdota es novedosa.
“Uno debe ser algo inventor para leer bien”
Ralph Waldo Emerson.
El lector ideal tiene una limitada capacidad de olvido. Puede borrar de su memoria el hecho de que el doctor Jeckyll y Mister Hyde son la misma persona, que Julien Sorel será decapitado, que el nombre del asesino de Roger Ackroyd le es conocido.
El lector ideal no se interesa por los textos de Michel Houllebecq.
El lector ideal sabe aquello que el escritor solo intuye, subvierte el texto, no se fía de la palabra del escritor.
El lector ideal procede por acumulación: Cada vez que lee un texto, agrega una nueva capa de memoria al cuento.
Todo lector ideal es un lector asociativo. Lee como si todos los libros fueran la obra de un único escritor, prolífico e intemporal. Lee toda literatura como si fuera anónima.
El lector ideal no puede volcar su conocimiento en palabras.
Al cerrar un libro, el lector ideal siente que, de no haberlo leído, el mundo sería más pobre.
El lector ideal es como Joseph Joubert, que arrancaba de los libros las páginas que no le gustaban.
El lector ideal tiene un perverso sentido del humor, nunca cuenta sus libros, es a la vez generoso y avaro.
El lector ideal usa con placer el diccionario.
El lector ideal juzga a un libro por su cubierta.
El lector ideal, al leer un libro de hace siglos, se siente inmortal.
Paolo y Francesca no eran lectores ideales, ya que le confiesan a Dante que, después del primer beso, ya no leyeron más. Un lector ideal hubiera dado el beso y seguido leyendo. Un amor no excluye al otro.
El lector ideal no sabe que lo es hasta después de acabado el libro.
El lector ideal comparte la ética de don Quijote, el deseo de Madame Bovary, el espíritu aventurero de Ulises, la valentía de Ivanhoe, el sentido del Honor del duque Leto Atreides, la maldad del baron Vladimir Harkonen, la desfachatez de Zazie, al menos mientras dura la narración.
El lector ideal recorre con placer senderos conocidos “Un buen lector con mayúscula, un lector activo y creativo es un relector” Vladimir Nabokov.
Robinson Crusoe no es un lector ideal. Lee La Bíblia para encontrar respuestas. Un lector ideal lee para encontrar preguntas.
Todo libro, bueno o malo, tiene su lector ideal.
Para el lector ideal, todo libro es, en cierta medida, su autobiografía.
El lector ideal no tiene una nacionalidad precisa, ha sido infeliz y cambia con la edad. El lector ideal de los “Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada” de Neruda a los catorce años puede no serlo a los cuarenta. La experiencia empaña ciertas lecturas.
Pinochet, al prohibir “Don Quijote” por temor a que el libro pudiera leerse como una defensa de la desobediencia civil, fue su lector ideal.
A veces, un escritor debe esperar varios siglos para encontrar a su lector ideal. Blake necesitó ciento cincuenta años para encontrar a Northrop Frye.
El lector ideal, según Sthendal: “Escribo para apenas cien lectores, para seres infelices, amables, encantadores, nunca morales e hipócritas, a quienes me gustaría complacer. Apenas si conozco a uno o dos."
El lector ideal nunca agota la geografía de un libro, debe estar dispuesto a no solo suspender su incredulidad sino a adoptar una nueva fe.
El lector ideal nunca dice: “Si solamente…”
Escribir en los márgenes de un libro es marca del lector ideal.
El lector ideal proselitiza, es veleidoso sin sentirse jamás culpable.
El lector ideal puede enamorarse al menos de uno de los personajes de un libro.
Al lector ideal no le preocupan los anacronismos, la verdad documental, la precisión histórica, la exactitud topográfica. No es un arqueólogo.
El lector ideal exige rigurosamente que se mantengan las leyes y reglas que cada libro crea para sí mismo.
“Hay tres clases de lectores: La primera: Los que gustan de un libro sin juzgarlo. La tercera, aquellos que lo juzgan sin gustarlo; y otra, entre las dos, que juzgan mientras gustan de un libro y gustan de un libro mientras lo juzgan. Estos últimos dan nueva vida a una obra de arte, y no son muchos.” Goethe, en una carta a Johann Friederich Rochlitz.
Los lectores que se suicidaron después de leer “Werther” no eran lectores ideales sino meramente sentimentales. El lector ideal es pocas veces sentimental.
El lector ideal desea llegar al final del libro y, al mismo tiempo, que el libro no acabe.
El lector ideal nunca se impacienta.
Al lector ideal no le interesan los géneros literarios.
El lector ideal parece ser más inteligente que el autor, pero no por ello lo menoscaba.
Llega un momento en que todo lector se considera un lector ideal. Las buenas intenciones no producen lectores ideales.
El marqués de Sade: “Solo escribo para quienes pueden entenderme, y estos me leerán sin correr peligro.” Sade se equivoca: el lector ideal siempre corre peligro.
El lector ideal es el personaje ideal de toda novela.
Valéry: “Un ideal literario: saber por fin no llenar la página de nada excepto el lector."
El lector ideal es alguien con quien el escritor podría pasar la noche a gusto con una copa de vino.
No debe confundirse lector ideal con lector virtual.
Un escritor no es nunca su propio lector ideal.
La Literatura no depende de lectores ideales, sino de lectores suficientemente buenos.
Alberto Manguel
“A Pie de página” EL PAÍS, Sábado 29 de noviembre de 2003