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viernes, 13 de marzo de 2015

354.- LA INAGUANTABLE OBSOLESCENCIA DE LA NADA


En el inconmensurable taller literario que es el blog “Club de Escritura” de Toño,  leo con placer su entrada sobre la presentación del libro “La primera vez que no te quiero” de Lola López Mondéjar, en la que nos deleita con una introducción magnífica al contenido de la obra y nos presenta a su autora, una talentosa psicoanalista y escritora que habla hasta lacanés. Hasta aquí, todo perfecto. Pero la sorpresa viene al término de la disertación, cuando nos invita a los lectores del blog, a modo de ejercicio, a presentar un libro y a su autor. ¡Ahí es ná!
Veo en los comentarios que solo un osado se atreve con la titánica tarea, y nos ofrece un estupendo glosario sobre la vida y obra de Belén Gopegui, la autora de “La escala de los mapas”.

Esto no puede quedar así… me digo a mí mesmo... Todo es jabón y buenas palabras. ¡Qué fácil es loar obras excelentes de buenas escritoras! ¡Lo difícil es presentar libros ilegibles, malos, inexistentes! 
Aprovecho pues la oportunidad brindada, y extraigo de mi olvidada colección de “Críticas de Obras y autores Ficticios”: La inaguantable obsolescencia de la Nada.



La Inaguantable Obsolescencia de la Nada

    Cuando mi querido amigo Ralph Martin, aquí presente,  me pidió que dijera unas palabras en la presentación de su nueva novela “La inaguantable obsolescencia de la Nada” yo me excusé diciendo que me encontraba en una expedición al Anapurna. Le mentí, sí, lo reconozco. Realmente estaba en un bar, a la vuelta de la esquina. 
    Cuando Martin me pidió seguidamente (con exquisita educación, eso sí) que le explicara cómo era posible que en las cumbres del Himalaya hubiera tanto ruido de vasos y risas, y que se oyeran nítidas frases grandilocuentes gritadas a voz en cuello del jaez de: ¡A ver esa de calamares, Manolooo! ó ¡Al fondo hay sitio señores! Yo le contesté que sí, que vale, que me había pillado. 
    No es que no quisiera hacer de cicerone en la puesta de largo de su reciente obra, es que no me sentía digno ni capaz de afrontar semejante reto. ¿Pues cómo es posible explicar un libro de 333 páginas, todas ellas en blanco, con una loncha de bacon retractilada en el interior? ¿Marcapáginas? ¿Metáfora grasienta? ¿sucinta provocación al pueblo Magrebí? Nada de eso. Al final, meditada la propuesta, accedí gustoso a acudir a esta presentación. Y que conste que el cheque bancario que tan amablemente deslizó mi querido Ralph en el bolsillo de mi americana nada tuvo que ver con mi decisión final.
    ¿Y por deberíamos convertir esta maravillosa obra en nuestra novela de cabecera? Por honestidad, por valentía y sobre todo, por afán de lucro. No solo el del autor, o el mío propio vendiéndome por cuatro duros, sino porque el poseedor de un ejemplar de este libro será el poseedor de un trozo de la Historia de la Literatura, un objeto de culto para coleccionistas.
    ¿Páginas en Blanco? Se preguntarán ustedes y seguramente se lo preguntarían las veinte personas que han abandonado la sala desde que he comenzado mi disertación. ¡Pues sí, en blanco!... Es el triunfo de la verdad, la composición más sincera. 
    La aceptación absoluta de la limitación de un lenguaje impuesto por el hombre no es sino la constatación evidente de la renuncia a una auténtica creatividad, esa que solo puede residir en nuestra imaginación. No se puede crear con herramientas prefijadas (el lenguaje) con las limitaciones de algo que ya está creado. Nos limitamos a hacer variaciones sobre el mismo tema una y otra vez. Esta novela es la exaltación suprema a la falta de creatividad, el triunfo del mínimo esfuerzo. Esta absoluta y genial rebeldía de Martin, su negativa radical al sometimiento de la disciplina del lenguaje, traslada al lector toda responsabilidad. Viene a decirnos: La mejor historia solo está en tu mente, aun no se ha escrito y tú tienes la llave. Toma una pluma y rellena todas esas hojas en blanco. Vive y haz vivir a tus personajes. Convierte ese desierto que tienes en tus manos en un vergel. Compra una baguette y hazte un montado con la loncha de bacon.
    No les digo ná, y con eso se lo digo tó: “La evanescente insoportabilidad de la obsoles…” Bueno, como se llame. Se lo recomiendo. Un gran libro de un gran tipo.

Gracias.


Rafael Martínez Sainero, Pirata 2015


jueves, 19 de diciembre de 2013

242.- Hasta los mismos islamismos


"Akh im Champen"  Gevorg Davagian 

Hasta los mismos Islamismos 
De "Prefacios a la obra de Ralph Martin"

    El llamado por los eruditos Martinistas "Periodo pseudosalafista" de Martin, no es, como ha querido apostolar un reducido grupo de "iconoplastas" wahabíes con ánimo de notoriedad, un pozo de sabiduría, sino simplemente un pozo. Con la excusa barata de una sospechosa revelación divina, Martin se cambia el nombre por el de "Pirat Al-Raffi" y abraza la fe sunni de la escuela hanbalí de un tal Sheik ul Islaaàam Muham`mmad i`bn 'Abd al-Wahhhab Kirgiz ("Pisha" para los amigos, y para abreviar) y lo hace no solo para abrazar la fe propiamente dicha, pisha, sino para abrazar chicas (preferentemente) o cualquier forma de vida con vello corporal que se deje abrazar.
¡Pelan-gano, pelan-gano… Alá molar, Um sobak, um pati-yah. Al depi Lar labba kagaar! - salmodiaba Martin en berebere nivel medio, puesto hasta las trancas de Hash culero. 
- Era la única forma que tenía el pobrecito mío de conseguir un poco de respeto por parte de alguna mujer - nos comenta Rufino Mejodas, su biógrafo de cabecera - y aun así, ni eso.



    Por aquellos días intoxicados de derivados de los opiáceos, Martin recorre varias veces la distancia entre la Ceca y la Meca intentando trocar varios camellos cojos por turistas finesas de desmesurado perímetro pectoral, sin éxito aparente. Sin embargo, se hace merecedor de un remedo de vida sexual normalizada al ser sodomizado repetidas veces por los miembros de los miembros de una caravana sarracena itinerante ahíta de "bujarras" salvajes barbudos.



    De esta época son las incalificables: "Cásate y Sheshu Misha" Editorial Mendrita, 2002 (Un plagio vergonzante de la famosa obra de Constanza Miramiano pero ambientada en el Japón del XVI); "Me joroba tu joroba" Letras Quilones, 2003 (Feroz ataque frontal y sin venir a cuento contra el colectivo de afectados por la Hipercifosis Postular, que muchos atribuyeron a la hartazón del autor por tener que ir continuamente con los camellos a todos lados); y la arregomitiva "La Caravana del AmorLetras Querosas, 2004 que firma con el pseudónimo de Al Sakad Meted, y que no es más que una interminable serie de descripciones chabacanas de episodios "gayers" de lo más "hardcore", con un tal Menud Onabo como protagonista.

    Tal vez la obra más representativa de este oscuro periodo de nuestro autor sea "As-salafiyya, pilla por la orilla" Editorial Tisonante, 2001, un ensayo trufado de engañosa erudición, que trata de demostrar de modo pormenorizado el masivo desprecio del pueblo finlandés por la cría del camello fremen y la frigidez congénita de las mujeres de Helsinki.


Pasatiempo: De todos estos fieles, solo uno es terrorista suicida… ¡Encuéntralo! (Pista: No es el 
maniquí  monitor de pilates)  / Albajad Mammad y su churri, Almeted Gozadcon sus regalos de 
Navidad / La Primera Comunión de Al-Lammed Tragad / Los pakistanís… ¿Pá kís tan ahí?
se pregunta Martin con recochineo.  

    Viendo que no ligaba ni bronce en el desierto, tan súbitamente como le dio la venada islámica, Martin se desdice y rompe el carnet y el abono del Deportivo Chií, dedicándose desde entonces en cuerpo y alma a la redacción de las execrables novelas "Puto Moro Mierda" Editoral Quaeda, 2007, y "Despeñaperros, lugar santo", Ediciones Túpidas, 2008, donde intenta promover la costumbre del "Chilaba Out", que consiste en bajar hasta los tobillos la túnica de los imanes y empujarles.

Enrico Loquetas
Crítico por horas




sábado, 29 de diciembre de 2012

136.- Bibliografía Imaginaria: Tanos más allá de la luna de Saturno


Como el anterior artículo editado por esta prestigiosa publicación, titulado “El padre de Luis Enrique”, no consiguió hacer honor a su subtitulo (“Cómo acabar de una santa vez con la pertinaz xenofobia”) y habida cuenta de que a pesar de las tres visitas y media que tuvo la entrada en cuestión, el mundo sigue empapuzado en odio racial, vamos a hacer un segundo intento.



Uno de mis géneros literarios preferidos dentro del mundo de la ficción, es el de “La falsa reseña” o el “Ensayo acerca de una obra completamente inexistente”. Esto es gracias a que en su día leí varios relatos de Woody Allen publicados en “The New Yorker” que abundaban en el tema, y gracias también a la lectura de la absolutamente magistral “Vacío perfecto” (Doskonała próżnia) que es una colección de reseñas de obras literarias y científicas ficticias que el genial escritor polaco Stanislaw Lem (1921-2006) publicó en 1971. Forma parte de la serie Biblioteca del Siglo XXI, compuesta además por “Magnitud imaginaria” (1973), “Golem XIV” (1981) y “Provocación” (1982).

"Vacío Perfecto" es un experimento literario que profundiza en un género ya explorado por renombrados autores como Jorge Luis Borges, Jonathan Swift y François Rabelais: la colección de reseñas (o “seudoreseñas”) de libros imaginarios escritos por autores inexistentes, que subvierten los cánones literarios explorando, en este caso, temas tan variopintos como la pornografía, la inteligencia artificial o las novelas de James Joyce.

Sin pretender compararme con semejantes dinosaurios literarios, pero completamente fascinado por su talento, intenté escribir varias reseñas ficticias de cuño propio, que recopilé en la inédita “Los prólogos a Martin Shainewitz”. Entre ellos figura este Tanos, más allá de Titán” que pretende ser un homenaje al Mundo Gitano “con mayúsculas” visto desde la perspectiva de un imaginado escritor un tanto intolerante con una admirable etnia que ha hecho de la salvaguarda de unos valores anclados en el alto Medievo y de la búsqueda y adquisición ilícita de metales nobles una forma de vida.



Los Chunguitos "Dame Veneno"

Tanos, más allá de Titán 

    Tras finalizar la lectura del último exabrupto narrativo de Martin ShainewitzCargao de colorao” (Escritos Peyorativos, 1999), es imposible sustraerse a la tentación de emitir juicios comparativos con sus “Ensayos payos” de principios de los años ochenta, abominables engendros prosísticos pergeñados desde el odio más abyecto a la raza calé.
   Tomemos como ejemplo otro de los tratados del mismo autor, “Die pramatishich comparazionen und Deus konun gitanen” (Sex & Guarral, 1981)*, escrito en alemán vaya usted a saber porqué. Decisión harto estúpida a nivel comercial dado que el ensayo en cuestión fue distribuido en las desiertas regiones del noroeste del Kazakstán (otra decisión del departamento de marketing altamente cuestionable). Se trata de una sarta de conceptos más o menos hilvanados que hacen una apología de la xenofobia más recalcitrante. Y todo porque, cuando “chinorri”, a Martin le “choraron” u “afanaron” un balón de reglamento de marca (conocida). Él siempre juró que había sido “El Richi”, de la familia Heredia Montoya, en el barrio de la U.V.A. del Pan Bendito, allá en los lejanos Carabancheles.**




    “Nonainen Nonainus jilipollorum est” dice Martin por decir algo. Y también: “Donde no hay, non hay, nonai, no
    Ya en “Der Robagallinen”*** y en “Give me poison that I want die”**** (Ediciones Torquemada, 1982), Martin nos castiga con varios párrafos de grosero contenido:
Ja, me muera la jarta la jalufa, endevé la mierda la Sole”*****
Y también:
Kasio el Richi, ñores agentes, nomentalegen”.
    Es curioso observar como incluso siendo gitano, el personaje colega del Richi utiliza etimologías de clara ascendencia germánica: “Nomentalegen” palabra arcaica que significa “Saco de arroz” y que en nuestros días viene a decir algo así como “Po favó, po favó, señores representantes de las fuerzas públicas de seguridá del Estao, no tramiten mi ingreso en un centro penitenciario


*Comparación pragmática de Dios con un gitano.

** En uno de sus primeros escritos, una redacción de la asignatura de Lengua en 4º de primaria, titulada “Ka sío el Richi”, ya se intuían los prejuicios raciales sobre tan injustamente denostada raza. Así, Martin imagina dantescos infiernos atestados de calorros bailando sin parar bajo banderolas con publicidad impresa de fino “La Ina” y “Tío Pepe”, gimoteando sus tonadillas, que tal pareciera que estuvieren haciendo “de cuerpo” a través de unas almorranas de caballo y ¡venga zapatazo al suelo! Y ¡¡venga a subirse la falda como quien se sacude las migas tras zamparse un bocata con pan del día anterior!! Y ¡¡venga más zapatazos!!... Y entonces Lucifer, hasta los mismísimos de aguantar rumbitas carcelarias, les concede un piso de protección oficial en el ensanche de San Blas y les echa a todos del Averno, “fregoneta” incluida, instándoles previamente a que se lleven con ellos las toneladas de cable de cobre y las tapas de alcantarillas municipales que tenían acumuladas. 

*** El gitano.

**** Traducción libre del tema “Dame veneno que quiero morir”.

***** Eso mismo.


    El doctor Tor Larsson, Catedrático Emérito de la Facultad de Filología Semiótica de la Universidad de Groningen, hace a este respecto una salvedad asaz elocuente en su hilarante “¡Ay, mama, piya cuarto gayina par caldo!” (Sex & Guarral, 1998). En este estudio, el doctor Tor relaciona directamente la utilización de los verbos “semos” y “estemos” con el consumo abusivo de caldo de gallina, que según Larsson afecta al hemisferio izquierdo del cerebro, dejando solo funcional la neurona que sirve para robar radiocasetes.
    Nos conmina el "gachó" a que prestemos atención a la frase: “Endevé que cuando estemos nel talego el Alcalá Maco, habemos piyado al payo risión jaco pal Richi y estemos tos, la güela, la mama y los akai de la Rosilla”.
    Larsson, ahondando en raíces semiótico-fonéticas del norte de Pakistán ya en desuso, llega a la conclusión, defendida sin éxito en el “XXVIII Congreso Internacional sobre el origen de los palabros”, de que la frase en cuestión significa: “Si maíta vende cá, ¿Cómo me la maravillaría yo?”. Sin “en cambio”, algunos afamados colegas suyos del Departamento de Monosílabos de la facultad de Teología Aplicada Vaya Usted a Saber a Qué de la Universidad de Palo Gordo, desdicen al escandinavo asegurando que la literal transcripción de la citada oración es: “Achili pú, apú, apú… Aaaaaaachili, que chili que chili chili, kasiol Richi”.



    Tras este descrédito profesional, el sueco intenta reivindicarse escribiendo un estudio minucioso y exhaustivo (compendiado en un volumen de 1300 páginas manuscritas con su propia sangre como tinta y un palillo como pluma) titulado “Ame los jurdós, que te dí una mojá”. Este trabajo ve la luz tras dos años de duro trabajo en los que fue asesorado por Florencio Mingarras, el “Jujanas”, ex palmero de un trío rumbero de la Barceloneta.
    Tras la publicación de la obra, Larsson es vilipendiado por la comunidad científica y la comunidad de vecinos de su inmueble, por lo que cae en un estado de apoplejía semi cataléptica que le lleva a la reclusión en un sanatorio mental en Salzburgo donde, aun hoy, sigue balbuceando incoherencias tales como: “Ke man dicho tus akai que me camelas”, todo ello orinándose encima y echando las culpas de todas sus desgracias aun tal “Richi”, del que no tienen constancia en el mencionado centro de salud. 



Papa Levante "Me pongo Colorada"

    Martin Shainewitz, al igual que su homólogo nórdico, tampoco aporta demasiado en sus patéticos intentos de investigación en el campo de la etimología calé y llega a un callejón sin salida del que pretende escapar mediante infumables teorías y fantasiosas divagaciones sintácticas. “Julián jiña la jala por el jebe”, “La sirla con bardeo en 10 cómodas lecciones”, “De najas por la jeró” y “Chanar de jumelo” (burda copia de la novela de Patrick SundskittEl Perfume” pero ambientada en Las Barranquillas) son claros exponentes de una obsolescencia nihilista trasnochada hasta el delirio. En su ulterior ensayo “¡Damun duro!” (Editorial Cantarilla, 1999) el ínclito escritor nos “obsequia” con pasajes dignos de figurar como pruebas en los juicios de Nuremberg. He aquí unos ejemplos poco ejemplares:

“…Este grupo de mamíferos parasitarios de la sociedad en la que se establecen, forman curiosas simbiosis con unos seres mecánicos denominados “fregonetas”, a las que alimentan de cable de cobre y tapas de alcantarillado municipal. Solo abandonan su hábitat natural, denominado “Chabolo”, para colarse en mercados y “piyar cuarto gayina”. Eventualmente, aporrean teclados de pianolas electrónicas, fascinados por el insoportable volumen que llegan a alcanzar y convencen con un palo a una cabra para que se suba a una escalera de tijera. Los ciudadanos que asisten al espectáculo arrojan monedas de dos euros, no para recompensar tan patético show, sino para ver si aciertan en la cabeza al del teclado. Cuando regresan a "kelo" en su Mercedes SLR McLaren Roadster, con Camarón a todo volumen, cambian las teclas por la guita y de nuevo a dar palmas y zapatetas… 

“… Ahora, tras 10 siglos desde que abandonaron la India, ya están un poco más integrados y dicen hacer una cosa que se llama fusión, que es cantar los mismos “quejíos” de siempre, pero sustituyendo a los palmeros por algún músico de jazz (al que luego sustraen el instrumento)” 

“…Su jerga indescifrable alcanza el cenit del surrealismo en las expresiones: “Ariqui tran, tran, tran” y “Caramba, carambita, carambirurí, caramba, carambita, carambirurá

    En estos días de profundo Bienestar Social otorgado por nuestros bien amados y nunca bien ponderados líderes, los ataques frontales de Martin hacia esta tolerante y orgullosa raza (a la que pertenece la novia del defensa del "Barselona Fumbol Clús" Gerardo Piqué) pierden toda justificación, sobre todo habida cuenta de que él mismo se sorprende a veces, aunque parezca mentira, poniéndose colorado cuando le miran, poniéndose colorado cuando le miran, poniéndose coloraaaaaaa- a- aá-do.

© Rafael Martínez Sainero, Pirata 
Martes, 7 de enero del año de Nuestro Señor JHS de 1997, San Raimundo de Roquefort