Mostrando entradas con la etiqueta Pope. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pope. Mostrar todas las entradas

viernes, 20 de septiembre de 2013

204.- Colorantes McCormick "Arte efímero" Gota a Gota


Deep Purple "Child in Time"

Fue un día de verano, en su laboratorio del Valle del Tiétar, cuando el Dr. Johannes G. Varillius me hizo partícipe de un descubrimiento de vital importancia: Entre sus polvorientas alhacenas había encontrado lo que parecía ser el último ejemplar de cajita de colorantes artificiales para alimentos "Mc Cormick"... ¡No daba crédito! Eran apenas unas gotas, quizá las últimas del preciado líquido del mítico alquimista escocés... ¡Un Tesoro!

Para poner en antecedentes al sufrido lector, hemos de retroceder a principios de los años ochenta del siglo pasado, cuando esta bomba cancerígena era usada para colorear huevos y hacer tortillas de color azul que daba una grima comérselas que "pa" qué. Un servidor y un avezado grupo de artistas urbanos decidimos utilizarla a modo de acuarela en nuestras balbucientes ilustraciones. El resultado era de una viveza e intensidad que echaba p´trás... el color McCormick solía traspasar las fibras del papel (e incluso la capa de barniz de la mesa) cual sangre del Alien de Ridley Scott... El anticristo de los amantes de los colores suaves... ¡Un auténtico hallazgo!

He aquí unas someras muestras:

1981.- Ilustración de entrada para el inconcluso cómic de Ciencia Ficción
"Los Señores de las profundidades" Obsérvese esa especie de
aurora boreal azulgrana barriendo el cielo de Madrid en el siglo XXX:
McCormick por tubos habemus.

Típico fondo McCormick ideal para hacer planetoides lejanos. La imagen de la derecha es del reverso tenebroso
del papel, "tó traspasao" por la terrible anilina azulona.

Dos muestras del eléctrico color del famoso colorante en dos fotogramas cucos de "CARIES" la pinícula y el flín. 1981

"Tóptero", por Pope / "Ala de acarreo y Gusano de Arena", por Varilla, Ilustraciones anegadas en
colorantes McCormick, realizadas para DUNE. 1981.

"Fremens en la Tormenta", por Pirata 1981


Invitado pues a su "Sancta Sanctorum" por el inefable Dr. Varillius, me dispuse a disfrutar de las últimas gotas de tan portentoso líquido. Mientras, en los montes cercanos, los Deep Purple tocaban el "Child on Time" por enésima vez, y nosotros, gota a gota, nos curramos varias obras dignas de mención. 

El interés real de este arte de lo efímero no radica en el resultado final, sino en el propio proceso, donde cada microsegundo genera una imágen distinta, una potencial obra de arte intrínseca en sí misma, con su propia "indiosingracia"... o algo parecido... Mi anfitrión, gran alquimista vocacional, mezcló líquidos extraños durante toda la jornada, algunos de colores tan intensos que dolían a la vista, otros incoloros... Al final, después de varias obras de arte, cuya autoría cabría adjudicar a la mismísima dinámica de fluidos de la Madre Natura, las mezclas más conseguidas fueron, a saber: una que él bautizó como "Elyintoni" y otra que consistía en la mixtura de un brebaje llamado "La Vodka" con una bomba azucarada que por estos lares denominan "La Fantanaranja". Su feliz unión, "Destornillador", es mágica herramienta que, ingerida vía oral, altera consciencias y perjudica la cosa hepática, pero no veas qué risa. 


Pincel acuoso McCórmicko generando mixturas líquidas espirituosas y entretenimiento visual onírico de calidad.

La cosa quedó curiosa, y aunque la ciencia fotográfica aun no ha conseguido captar la verdadera alma del McCormick (Eso hay que verlo In Situ) he aquí unas bonitas muestras de la sesión.


La Génesis de la cuestión: Pinceles y gusanos espermatozoidiales, Webos de nanobios en salmuera y
amebas sepiolíticas con fluidos Rorschach en su interior. Células Celulíticas... Vamos, lo básico.

El colorante interactúa  con el aguarrás y se produce un feroz ataque de los cloroplastos de la costa a un
burbujovoide separado de la manada. /  Pez pollazul papea tinta de calamar en el fondo de la bahía de
Algeciras / La anguila Maguila sangra por el hocico.

Esta fase, la denominada: "El ataque de la psicodelia fractal" consta de: "La fusión de los continentes coooosmicos",
"PsikoAdelia de lo Eso llegando A Costa da Fluidos" y "Masacre en Acre" o "Lavando cadáveres"

Fase 3: "Lo Abisal": Cara Pulpo, Fondo de Poso, El Pez raspa y "El Espectro en el abismo"... Al final, todo encaja.

Célula Celulósica, Lo Volkániko y "White Horizon y los blogs-blogs pululando"

Al principio se pensó en "Chorretones verdes- allos" pero se optó en una postrer decisión por: "Has sido tú"
"¡Por aquí! o El Dedo de Dios" y "Corsé con Transparencia cilindricoidal"

"Geometría Fláccida" puede parecer el menos ambicioso de los tres proyectos McCormikos, "sin en cambio" es
el más fiel a la esencia de "Lo chorretoso"... Ved el proceso, acólitos del daltonismo, ved el resultado:

El resultado: "La Vía Láctea "McCormicka" ó "Lo Impregnao": Obra maestra te pongas como te pongas.


Pero yo sigo diciendo, que eso del arte abstracto está muy bien y tal, pero para lo que de verdad mola
el colorante alimentario McCormick sigue siendo para hacer planetas.

Es una suposición mía, pero es probable que el secreto de la vida sea no interferir en su curso y dejarla fluir, como los pigmentos McCórkmicos, que van a su puta bola generando planetas, y al final tienes la garantía de que habrán creado algo bello. Eso sí, impredecible, azaroso y por supuesto caótico.

Gracias pues sean dadas al misterioso Dr. Varillius por tan sugerente jornada y por tan deliciosos bebedizos ungéticos bebibles... ¡Dios salve "LaFantanaranja"


Rafael Martínez Sainero, Pirata 2013

domingo, 25 de agosto de 2013

197.- Oda al Mc Cormick. (Edición apócrifa)

Apenas comienzo a escribir esto, oh musa ausente, y ya me viene la tentación de arrojarlo a la papelera. Si no lo hago es por la inadecuada carencia, la injustificable omisión, de un diseñador de interfaces gráficas: En efecto. ¿Qué sentido (qué placer se extrae, qué satisfacción, qué experiencia, qué vivencia plena de aromas, sonidos, imágenes, ¡tacto!...) tiene mover el puntero sobre el botón "Aceptar" tras ordenar "Borrar"? Sin que exista ese gesto preciso, ese primordial "¡insisto!", anímico. Careciendo la bella arruga de su hoja de papel crujiente. Anunciando el fin de lo posible, el corte del razonamiento, la muerte de las palabras... ¿Sin el lanzamiento azaroso de gurrumuños al cubo, a tres segundos del final del partido? (Seis, si se falla la primera canasta, ¡mecachis!)... ¿Sin la satisfacción del acto interrumpido, pero con noble y digno final?: ¡Nada de nada! ¿Arrastrar el documento y soltarlo sobre el icono papelera como alternativa? ¡Memeces! ¿Dónde se sitúa ahí el refinamiento del gesto, la imprecisión obligada por la incertidumbre, la emoción del disparo y, no menos importante, qué tiene que ver esto con el tema que nos ocupa? Tras meditarlo un buen rato bajo un cojín, concluyo: !Nada!

-¡A la cuestión! ¡A la cuestión!

A la cuestión, pues.

Obligados por la deuda de amistad que un día contraímos (como todos ustedes saben, amigos y seguidores habituales del Fanzine, yo le debo a Pirata media oreja y él a mí una lata de mejillones) decidimos investigar abriendo nuestra cápsula de tiempo la desaparición de un producto que potencialmente revolucionó el cómic ilustrado en los albores del postmodernismo de los años 80.

Tal elixir mágico, tal inigualable fórmula magistral, celosamente escondida por sus creadores bajo 314159265 patentes USA, se servía en frasquitos de lujoso diseño (con gotero) con capacidad para 7 mililitros cada una (1/4 de onza en el original), en lotes de a cuatro y procedía de Baltimore, Mariland, USA, ciudad destacable por sus reputados clubs de viajeros y aventureros a finales del XIX.


Sabedores de que sus grandes poderes correspondían a grandes responsabilidades, los genios que descubrieron esta sustancia decidieron esconder su verdadero valor al gran público. Difundir sus propiedades ocultas entre un estrecho círculo de iniciados, previamente advertidos de las graves consecuencias de publicarlas, mediante ritos masónicos que incluían aspavientos, faldas con los colores del parchís y otros avíos y atavíos. Tras las ceremonias se discutía cómo hacerla llegar a sus verdaderos destinatarios sin que un descubrimiento fortuito o una desafortunada temeridad  pusiera en riesgo a toda la población mundial. Fue en uno de estos conciliábulos donde se gestó la idea de contratar a un agente de marketing, exprimirlo como a una naranja de California antes de envasarla en una botella con mucha agua y, finalmente, silenciarlo para siempre. La distribución fue planificada minuciosamente: Todos los supermercados del mundo occidental estrenaron simultáneamente un día las cajitas de cartón etiquetadas con la frase "colorantes surtidos para alimentos y para colorear huevos".




El éxito de la operación fue inmediatamente registrado por los IBM de la organización. Nadie reparó en que el freelance había sido asesinado antes de terminar la críptica frase. No se registró su papelera en búsqueda de pruebas y errores en papeles arrugados (véase primer párrafo). En cualquier caso, no hubiesen encontrado nada: Lisardo, un genio del mal del que ya he hablado en otras ocasiones, borró con lejía el final de la frase completa original, que rezaba así: " colorantes surtidos bla,bla,bla... para colorear huevos POR AFUERA". Las consecuencias de esa temeridad sin sentido serían tremendas. Países en los que la tradición del Conejo de Pascua era inexistente conocieron una crisis de confianza inédita desde la guerra de Crimea en todas las cocinas: "El huevo, ¿frito, cocido, en tortilla?". "¡Esto no se quita de los dedos!", "¡Mis bragas de Dior arruinadas!".


La mayor parte de esta primera distribución acabó en los cubos de la basura. Se fomentaron leyendas urbanas que difundían el bulo de que "eso" producía cáncer. Hubo conversiones masivas al Islam y se interrumpió la occidentalización que progresaba adecuadamente en todo Oriente Medio y el Norte de África. Sin embargo, el objetivo se había cumplido. El secreto quedaba a salvo: Estos y otros hechos, llevaron a la conclusión general de su absoluta inutilidad. Sin embargo, algunos "listos" decidieron usarlo en zumos que luego congelaban en bolsas de plástico. ¡Craso error! Se colapsaron las consultas de pediatría. Los inocentes niños amontonados en las salas de espera mostraban sin pudor lenguas de colores: amarillas, verdes, azules, rojas, ante el espanto de sus alarmados padres y la estupefacción de los médicos de la Seguridad Social, que todavía existía (aunque no vamos a ahondar en este tema para no provocar la ira de alguno que no voy a nombrar pero él ya sabe quién y lleva un parche en el ojo... naa na na naa naaa...) 

Por fin, llegaste a nosotros, Mc Cormick. Somos tus valedores. Tus guardianes. Quienes conocíamos toda tu verdad. Tres personas sin miedo. Tres mentes brillantes. Tres tristes tigres triscaban en el trigal. Tres eran tres las hijas de Elena. Tres. El número de la media bestia. ¡Uno para todos y todos para uno! Pero eso es otra historia y deberá contarla Él, pues yo sólo soy su heraldo. Una voz que clama en el desierto. Alguien que ha escrito esto mientras la tarjeta gráfica de Pirata sigue estropeada (O eso dice él. Seguro que está de vacaciones, ¡el muy perro!).


jueves, 24 de mayo de 2012

22.- PIRATEX, Pánico en la Ozonosfera



¡Ey, gente!: Sin más preámbulos, presentamos dos descacharrantes viñetas inéditas del gran Pope, que son en sí mismas:

a) Un tratado de ingeniería aeronáutica (con infografía incluida del funcionamiento del absurdo “C.A.S.A. Target 37 Señuelo”)

b) Un magnífico supuesto de ciencia ficción bélica (en la era de la decadencia de la aviación)

y c) Dos aventuras completas del recluta (cualificado) Piratex en el vigesimoséptimo escuadrón de señuelos. ¡Puta Mili!

No se puede pedir más por menos. Pope es un genio no reconocido de nuestro tiempo. En sus manos, un portaminas Faber Castell de 0,5 es un arma cargada de imaginación, humor, talento y arte. Dos perlas para disfrutarlas como enanos*.

*Algún día preguntaremos a algún enano si ellos tienen algún secreto para disfrutar más intensamente que los demás.









¡¡La Mili me tiene hasta los cojones!!
19 horas vigilando en la ozonosfera y te dan un bocata de mortadela… ¡Coños! Ahí viene el sargento para meterme el broncazo por lo del motor ¡Ful!

En el ocaso de la aviación, el recluta (cualificado) Piratex desembarca de su avión señuelo, una absurda experiencia alimentada por hidrógeno líquido.

El “27th de Señuelos” tiene la vital e importante misión de atraer la caza enemiga en la ozonosfera. Así, la caza de cobertura puede ir tranquilamente a derribar los señuelos enemigos.

El “Target 37 Señuelo” corresponde a una concepción aeronáutica muy específica: Su perfil aerodinámico está diseñado para ofrecer la máxima reflexión al radar; y así puede ser captado rápidamente por el radar enemigo. A este respecto, observar el enorme depósito (A) de LH2 y el propagador de señales electromagnéticas amplificadas (B)
Por otro lado, en previsión de que en vuelos nocturnos no funcione el radar enemigo, lleva los postquemadores fuera del carenado (C), con lo cual, al atravesar las capas medias de la ozonosfera (donde el ozono halla su mayor concentración) produce un resplandor visible en toda la curva geodésica del meridiano.