domingo, 7 de julio de 2013

184.- ¡Recordad El Álamo! ¡Y Carrascosa de Henares!

Recordad El Álamo!", ese era el grito de batalla de los nacionalistas tejanos al embestir contra las fuerzas
del general Santa Ana... Pero El Álamo que yo quiero recordar es el original, un enclave ex-paradisíaco donde
veraneaba junto a mi familia cuando era yo chinorri.

Hubo un tiempo en que las aguas del río Guadarrama discurrían transparentes bajo el puente de la M-404 a la altura de El Álamo, Madrid. Caminabas por su cauce de bajo caudal y veías a los pececillos nadar entre tus pies y el limpio lecho de arena fina.

Toñy y Rafi, disfrazados de colonos en Alabama / Mi primer conejito peludo (lo cazó mi abuelo)
Roxy Gametos, jefa de las Chochoonees Chichirikawas.

Jose, Angelines, Roxy y mi menda, haciendo el indio (y el vikingo) en la ribera del Guadarrama.
Años después, tres cuartos de lo mismo pero en la ribera del Henares.

Yo he visto cosas que jamás creeríais, como cangrejos endémicos españoles Austropotamobius pallipes lusitanicus antes de ser prácticamente extinguidos por el cangrejo cabezón americano Procambarus clarkii. Y he comido cosas que jamás imaginaríais, como cangrejos endémicos hispanos Austropotamobius pallipes lusitanicus  en salsita o ancas de Rana Henarensis rebozadas. También he sentido el vértigo de la inmensidad del universo al levantar la vista al cielo en las noches cerradas, y ver desde la esquina de nuestra galaxia, nítida la estela de la majestuosa Vía Láctea.
Eran tiempos de menor contaminación lumínica, de menor contaminación en general. Yo tenía tan solo 9 añitos y estaba veraneando en el camping que solían montar mis abuelos maternos, Ángel y María, con la inestimable ayuda de mis padres, en una frondosa chopera entre el río y la vía del tren, en las cercanías de un pueblecito de Guadalajara llamado Carrascosa de Henares. Tan ignota ubicación, solo comparable en exotismo a las misteriosas fuentes del Nilo, se debía a que mi tía Loli estaba saliendo por aquellos días con un lugareño agarrulado, aborigen del pueblo en cuestión, que se llamaba El Dioni (sio).

Enclave de (poco) interés turístico en el pueblo de Carrascosa. Bonitas fotos de "Panoramio" y "Super Chango II"
de la chopera de Carrascosa de Henares, donde solíamos acampar, tiempo ha.

Paul McArtney "Another Day" (1970)

Eran los finales de los 60 y principios de los 70… Los Beatles se acababan de separar, y en el “comediscos” del campamento sonaban los primeros temas en solitario de John Lennon y Paul McArtney. El verano transcurría apacible, al burro del Tío Calandracas le pilló el expreso de las 7, y yo, mientras tanto, aprendía cosas interesantes, tales como nadar, pescar peces con las manos, distinguir entre picaduras de abejas y de avispas, o a esquivar las fauces de perros rabiosos. 
Mi tía Angelines, mi tía Toñy, mi hermana Roxy, y un servidor, solíamos seguir entre ortigas urticantes y tábanos de tamaño indecente a mi tío Jose, que era un inconsciente e intrépido pescador, en sus andanzas río arriba. ¡Ríete tú del tal Frank de la Jungla!... y  todavía tuvimos suerte de estar en el río Henares en lugar de en el Amazonas, porque de fijo hubiéramos perecido todos. Me imagino la escena: ¡Eh, gente… he descubierto un banco cojonudo de pirañas, vamos a por ellas! ó ¿Alguien sabe si las anacondas son venenosas?


En honor a aquellas divertidas peripecias de mi infancia, e inspiradas en ellas, escribí hace tiempo una novelita para chavales que titulé “Pequeños Monstruos”, cuyos protagonistas (Tom, Jack, Mike y Marta) eran unos personajes que creé para una serie de cómics que nunca llegué a realizar. ¡Hay tantas cosas que nunca llegué a realizar! ¡Los cómics de Tom, Jack, Mike y Marta; hacer el amor con Scarlett Johansson! ¡En fin!



Pero esta novela sí que la terminé… Durante este sofocante verano iremos desglosando los capítulos de esta refrescante historia, inspirada en las famosas aventuras de “Los 5” de Enid Blyton, y que nada entre la fantasía, la ciencia ficción y los parajes y carreteras comarcales de la España profunda. Todo sea para que tantos y tantos recuerdos no se pierdan para siempre, como lágrimas en la lluvia. 
Espero que os guste…

Rafael Martínez Sainero, Pirata 2013




Cuatro amigos y su perro... No, dejémoslo en cuatro amigos, o mejor aun: tres amigos y un primo... ¡Ejem!...
Una panda de chavales vivirán increíbles aventuras a través de las páginas de esta novela tan gorda, que ríase usted de las del Harry "Potas"... ¡Humor y buen rollito para toda la familia!


1 comentario:

  1. El gran Varilla nos comenta desde el feisbuk: "Jarama, Henares, Guadarrama ... Batallas perdidas. Herencias al vertedero. Ríos químicos. Paisajes no biodegradables. Paraisos virtuales en las memorias de los viejos.
    Y tiene más razón que un santo

    ResponderEliminar