lunes, 1 de septiembre de 2014

331.- Mini Cuentos a la muerte de mi padre, IV: LAS SEIS LLAVES EN EL CÍNGULO DEL CURA



"A Blessing of the Boat" Jocelyn Pook

IV
Las seis llaves en el cíngulo del cura 

   Postrado en la cama, mi padre enfermo reclamó mi atención con un gemido gutural en la mitad de la noche. Me acerqué con la botella de agua, la cucharilla con gelatina, varios pañales y un amplio surtido de medicamento en grageas. Pero ninguna de esas cosas fueron necesarias esta vez. Tan solo quería comunicarme algo. Agucé el oído para entender sus entrecortadas frases, que surgían en un hilo de voz:

- Está en la escalera principal de la Iglesia… ¡Anf! ¡Unnng!... en el escalón número trece. Tienes… tienes que picar justo en el centro… Allí encontrarás la llave.
- ¿La llave? ¿La llave de qué? - pregunté.
- Esa llave abre un sagrario oculto tras la pared del altar del capullo… ¡Cof, cof, cof!
- ¿Quién es el capullo, padre?
- ¡La capilla, capullo! - dijo en un tono más elevado pero que le acarreó un ataque de tos. Procedí a darle un poco más de agua, y tras un segundo ataque de tos, prosiguió:
- La primera capilla a mano izquierda según entras al templo…. ¡Unfff!... Verás un cura gordo sentado en el rincón, pero… ¡Cof, cof, cof! Seguro que está dormido… siempre está dormido.
Tras el muro hay un pasadizo… ve con cuidado, un sacristán rebelde, marista con mangas verdes para más señas, es el guardián del cofre de las siete llaves.
- ¿Siete? ¿Y qué pasa con las otras seis?
- Las tiene atadas a su cíngulo, bajo su gorda barriga… ¡Cof, cof, cof!... Tie… tienes que quitárselas… ¡El Sagrario, el Sagrario!… Necesitas un fuelle con agua… 
- ¡Ya!… un fuelle con agua.

    Tras aquella oscura revelación, las últimas palabras inteligibles de mi padre (Y juro que esto es verdad con la mano derecha sobre la Biblia Católica Naranja de los Testículos de Jericó) fueron:

- Pan con chorizo… ¡Cof, cof, cof! Pan con chorizo y jamón, món, món, món.

    Lo cual mola, pero no deja de ser un epitafio un tanto chusco.

    Lo del chorizo y el jamón me dio qué pensar. Lo mismo toda esta parrafada no era sino la manifestación delirante de la fiebre alta que le consumía. Por si acaso, acudí al Leroy Merlín para comprarme un fuelle, una garrafa de agua, un pico, una pala y unas ganzúas. Ataviado con un sombrero a lo Indiana Jones y cargado con la herramienta, me paré en mitad del parking y caí en la cuenta de que mi progenitor no me había dicho el nombre y ubicación del templo en cuestión. Y además, ¿Qué cojones había en el cofre? ¿Para qué hostias es el puto fuelle con agua? y lo que es peor... ¿Qué coño es un cíngulo? 
    ¡Me cachis en la mar salá!

Copireich: El - Rafí, Pirata 2014 y al Mundial

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