Lisa, tan pancha, descansa de tanto posado. A su derecha, Leo Da Vinci visto por Matt Groening. |
Se abre el telón y se ve a una mona a la que atropella un camión. El camión mete la marcha atrás y vuelve a atropellarla. Y así, unas cuantas veces… ¿Cómo se llama la obra?
"La Mona Lisa".
Este chiste tan malo nos sirve, además de para perder audiencia, para presentar la obra maestra de Leonardo Da Vinci… posiblemente la pintura más famosa del mundo: “La Gioconda”, también conocida como “La Mona Lisa”. Y es tan famosa, no solo porque sea una obra maravillosa, que lo es, ni porque esté ejecutada con una técnica que roza la perfección, que también, sino por la innumerable cantidad de misterios, especulaciones, enigmas y soplapolleces que la rodean, casi siempre fomentados por un sinfín de misteriosos especuladores, enigmáticos soplapollas y "desocupaos" de todo tipo.
Seguramente, si el pobre Leo levantara la cabeza, alucinaría en colorines pasteles al ver tanta leyenda absurda, tanta cábala y tanto código que se ha creado a su costa. “Yo solo pinté un cuadro” declararía antes de volver a la tumba.
Según el título oficial de la pintura: “La Gioconda” o “La Mona Lisa” (traducido al castellano: “La Señora Lisa”) la modelo es doña Lisa Gherardini, mujer del comerciante Francesco di Giocondo, de ahí el apodo. Hasta aquí todo clarinete ¿No? ¡Pues no! La horda de memos a la que antes hacía mención acude al “IV Master en Elucubración y Paja Mental Avanzada” y decide que la muchacha tal vez no sea quien dice el título del cuadro, sino Giangiacomo Caprotti, alias “El Salai” mozo algo andrógino que fue amante y discípulo de Da Vinci. También apuntan los cretinos a la posibilidad de que realmente fuera Beatriz d´Este, que era la señora esposa de Ludovico Sforza, alias “Moromierda”, a quien el artista veía pasar a diario mientras pintaba “La última cena”. La lista de candidatas a ser la famosa muchacha de la enigmática sonrisa es interminable: Cecilia Gallenad, amante del antes citado Ludovico el Moro; Isabella d'Este, esposa del marqués de Mantua Francisco II Gonzaga; Isabel de Aragón, duquesa de Milán; Caterina Sforza, señora de Forli; la española Constanza de Ávalos, a la sazón duquesa de Francaville; Pacífica Brandado e Isabella Gualanda, amantes ambas de Giuliano de Médicis; Lucrecia Donati, amante de Lorenzo el Magnífico e Isabel de Requesens y Enriquez. Hay más teorías: Caterina, la madre del maestro, e incluso, el propio Leonardo autoidealizado como mujer.
Un estudio reciente asegura que la modelo era una antepasada de Carmen de Mairena, y otro estudio, más reciente aun, que Da Vinci pintaba todas las caras de tías del mismo modo.
Teorías divergentes apuntan a que era una simple mujer imaginaria. A este respecto, Sigmund Freud sugirió que la pintura reflejaba una preocupante masculinidad. El hecho de que a Freud le pareciera preocupante la masculinidad de la cara de la Gioconda, o la bisexualidad de Da Vinci, demuestra que Freud era gilipollas “perdío”, y que, seguramente, estaba enamorado en secreto de su señora madre.
Pero... ¿Y si Doña Lisa hubiera pertenecido a una secreta organización de Seguridad Nacional y por ende, supiera descifrar el famoso Código Da Vinci? ¿Ein?
Retoque digital superchulo de ese genio llamado Rafael Martínez Sainero. "Mona Lisa as Black Widow" |
Freaking News saca a la luz unos bocetos secretos de Leonardo que desvelan la auténtica identidad secreta de Lisa |
En el puente que se ve al fondo del cuadro, pueden observarse claramente las letras "D" y "C", que según la cábala hebrea de Praga, pueden juntarse para formar "DC"... ¿Qué pretendía decirnos el maestro? ¿Que faltan DC (600) años para una peli de "La Liga de la Justicia"?
Intenta adivinar cual de estas "Giocondas" no era realmente una mujer. |
He aquí unas cuantas posibilidades más acerca de la verdadera identidad de La Mona Lisa. Todo parece indicar que una tía tan rara, rara, rarita, tiene por fuerza que ser un ser abisal, biónico, robótico, o alienígena.
Estos retratos de la Gherardini, contemporáneos al de Da Vinci, tiran por tierra la teoría de Silvano Vinceti, presidente del Comité Nacional Italiano para la Valoración de Bienes Históricos, de que Leonardo pintó un ser andrógino y asexuado, depiladito, depiladito, mezcla entre la Lisa y el Salai, ni chicha ni limoná.
Aquí el pintor del último cuadro se ha pasado tres pueblos. |
La Mona Lisa no estaba en absoluto lisa. A las pruebas me remito. |
Y no solo era aquí la doña una "descocá", sino que tenía un genio que "pa qué":
"La Gioconda", una tipa de armas tomar. También en versión "Paz y Morro"... Por cierto, ¿Nadie se ha fijado en el parecido de la Mona con John Lennon? ¡Dale una oportunidad a la Paz, coño! |
La propia interesada no está en absoluto de acuerdo con todo lo expuesto en esta entrada, y alega que todo es una patraña, por lo que protesta airadamente y nos vemos en la obligación de enviar a las Fuerzas Forzudas de Inseguridad de Estado para que ponga coto a tal desmán. Nosotros, por nuestra parte, volveremos la semana próxima con más y mejores versiones "jachondas" de la Gioconda. Quedad con Dios (el que más os apetezca)
Rafa Martínez Sainero, Pirata 2013
Muestro querido Manu Love nos comenta vía feisbuk que: " Fantástica colección de monas. Buen número."
ResponderEliminarY nosotros, vía "El Pirata Fanzine" le contestamos: "Zenkius brother"