Para huir durante unas horas de lo que algunos enajenados denominan “buen tiempo” y que un servidor denomina como “puta ola de calor insufrible”, se me ocurrió meterme en el cine. En otros tiempos más felices que el actual, este simple acto (meterse en el cine) era garantía de una buena dosis de aire acondicionado gélido que te dejaba medio devorado por los pingüinos. Actualmente, al menos en la Sala 1 de los Multicines de Guadalajara (Castilla), esto no es así y el otro día pasé un calor de cojones (y del resto del cuerpo) viendo por el “módico” precio de 8 eurazos el patético tostón titulado “Guerra Mundial Z”, un “truño” sobre zombis que era para matarlos (no a los zombis, los pobres, que por definición ya están fiambres, sino a los guionistas, montadores, director, y hasta los del servicio de “catering”)... Esta “peli” no la salva ni la presencia en su elenco del mismísimo Brad Pitt.
Tal vez con dos o tres puntos más alto el aire acondicionado, o con un simple ventilador, me hubiera parecido más soportable esta retahíla de planos movidos. Hay que decirlo ya, y que el mensaje cale hondo en el tejido social: Vale ya de dejarle la cámara a un cani epiléptico empastillado que parece usarla para jugar al baloncesto más que para rodar una escena. ¡O eso, o que repartan en la entrada bolsas de plástico pa poder echar la pota! ¡Qué mareo, coño! ¡Cuánto daño ha hecho la puñetera serie de "Perdidos"! Todo primerísimos planos y la cámara que no para quieta… Todos los trípodes y grúas del cine a la basura… Aunque hay que decir que esto viene de muy atrás… Al primer gilipollas que se le ocurrió la gracia del "meneíto" fue al creador de la serie "Canción triste de Hill St." ¡Dios lo confunda!
De la peli, poco que contar… Como esto lo tenía escrito desde hace 2 meses, y ya no se exhibe la cinta en salas comerciales, me permitiré el lujo de destriparla ¡¡Atención Spoilers!! Pues resulta que casi toda la peña del planeta se vuelve zombi, así por las buenas, sin venir a cuento, y se van contagiando todos a base de mordiscos. No comen sesos ni ná, solo quieren hacer adeptos y rechazan morder a los humanos enfermos. Como lo oyes… Huelen la enfermedad. Todo lo contrario que los facultativos interinos de la Seguridad Social, que no dan un diagnóstico correcto ni por asomo.
El final es como un videojuego: Los científicos, oh casualidad, se han dejado los "antídotos" en una zona del laboratorio que, oh casualidad, está infestada de zombis con mala baba. El héroe rubito deberá atravesar el nivel armado tan solo con… ¡Tachán! ¡Un palo! ¡Un palo! ¡Un palooo!!
Lo que es un palo son los 8 € de la entrada para ver este pestiño. He dicho.
Y ahora, con la excusa, y como están de moda, una gracieta gráfica de Zombis directamente traída desde "El Desternillador del Pirata Fanzine"... ¡No te comas el coco! ¡Cómeselo a los demás!
Ivan, el zombi soviético de la "Frankenstein Army" / Friki Zombi (Cuando se juntan 2 aficciones) El gatete zombi y aficionados a lo putrefacto (Son legión) |
Más "chuminás" a cuenta de los muertos vivientes (¡Ay, si César Romero levantara la cabeza!) En exclusiva mundial, y atendiendo a las millones de llamadas reclamando su reaparición, aquí están de nuevo, los inefables, los inconmensurables los biodegradables... ¡PAJILLEROS VIAJEROS! Esta vez en un sitio muy poco turístico... ¡Pero muchísimo mejor acompañados!
Muchísimo antes de que "Los Zombies" de la movida madrileña buscaran a su amor por Groenlandia, por los cráteres de Marte o los anillos de Saturno, hubo otros con el mismo nombre que cantaban también dabuten:
Y ya que la peli del Brad Pitt es un poco "truño", y dura mogollón, aquí os dejo con un cortometraje de zombis, que dura solo 7 minutos y que sí que tiene guión y es cojonudo... Y ya lo sabéis, si os volvéis zombis, no se os ocurra chuparle el cerebro a Paquirrín si no os queréis quedaros con hambre.
Rafael Martínez Sainero, Pirata 2013
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