70.- Junk Garbage, el Barman del Mako

Junk Garbage, un ladrón renegado fugado de la penitenciaría; Leda Diamond, la hermosota y guapísima "madame" de un "puticlú" y a su vez encargada de un Disco-Saloon en una estación de servicio de la  Espaciovía S2 "Tierra-Cinturón de Asteroides"; sheriffs atontolinados, cazarrecompensas... en definitiva todo un western con un decorado de ciencia ficción. Eso son, en esencia "Las Aventuras de Junk Garbage", un personaje que inventé a finales de los ochenta con idea de hacer un cómic de varios capítulos, pero que dado el currazo que llevaba cada página, y lo liado que estaba por aquellos días trabajando para el "maravilloso" mundo de la publicidad, se quedó en el episodio piloto. 

Décadas más tarde, Joss Whedon crearía a sus estupendos personajes, el rebelde Malcom Reynolds y la guapa acompañante sexual Inara Serra para la mítica serie Firefly. Salvando las distancias, y omitiendo la evidente diferencia de talento y presupuesto, es inevitable observar cierto paralelismo a la hora de buscar fuentes de inspiración. Es más que evidente que ya está todo inventado.

Aunque el cómic de Junk Garbage tenga alma de western, su envoltura futurista incluye una estética
neopunky con trazas góticas que mola mazo.

Pues esa era la idea original: Aventuras espaciales con malvados pistoleros de gatillo fácil, duelos, linchamientos, chicas de alterne, etc...

En este primer episodio, Garbage entabla una relación de conveniencia con Leda Diamond, que con el tiempo, de haber podido dibujar más capítulos, tendría que haberse convertido en el típico "tira y afloja" con tensión sexual no resuelta, que tanto gusta en cualquier culebrón que se precie. 

El relato del Varilla "Condicionamiento" (http://elpiratafanzine.blogspot.com.es/2012/05/juan-m-garcia-varilla-el-grodo.html) que ya hemos tenido el gusto de disfrutar en este vuestro fanzine, también me sirvió de inspiración para escribir el guión.

Quisiera también pedir disculpas por mi inocente torpeza al suponer, desde mis queridos años ochenta del siglo pasado, que las pantallas seguirían emitiendo rayos catódicos en el lejano futuro.

Y ya, sin más preámbulos, os quedáis con la primera (y única) aventura de nuestro fugaz héroe. Se titula: "Reservado el derecho de admisión" y quedó así de "gonita":