Nunca he sido capaz de dejar la mente en blanco, como los millones de "boinillas" que babean de satisfacción con su Real Mandril, con las neuronas impolutas, esperando la enésima revancha contra su amado enemigo el Farsa azulgranado. Mi mente es rojiblanca, y esta tarde, enganchado al rabillo de un atisbo de milagro, vi danzar a los mapaches, sus colas a rayas, sus cantos canallas, la inútil lucha de los héroes, de los desesperados que saben que van a morir, que serán inevitablemente desahuciados de la corte del rey, que les será arrebatada la copa que osaron robar de palacio.
He visto la rabia que genera violencia... Lo absurdo que es dedicarle tiempo a esta gigantesca gilipollez televisada. Lo corta que es la vida y lo largo que se hace un partido en el que los jugadores se mueven a ratos y los locutores cambian de nacionalidad por momentos. Lo monótono que es ir de la cama al terminal y del terminal a la cama... y las monótonas pastillas que impiden los trombos por sedentarismo...
No quisiera convertir este absurdo sitio en el que deambulo entre imágenes de otros y palabras cruzadas, en un foro de "furbol". Pero es que me dejé entusiasmar por una quimera. Y ya que he empezado, pues habrá que llegar hasta el final... como decía el gran Bukowski tirando los dados.
Si sois capaces, dejad la mente en blanco y conciliad felices sueños, queridos lectores... ¡Muy buenas noches!
Rafael Martínez Sainero, Pirata 2014
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